domingo, 14 de enero de 2007

Caballeros (I)

En un mundo con magos poderosos esgrimiendo conjuros capaces de fundir mentes no hay lugar para idealistas caballeros, ¿correcto? Falso. Los paladines y los caballeros son abundantes en los Reinos Brillantes, prueba que el poder desatado de la magia no es la respuesta a todas las preguntas. De hecho, como veremos más adelante, incluso algunos magos, druidas, chamanes o hechiceros de los Reinos Brillantes han entregado sus poderes al servicio de los ideales de los caballeros.

Los caballeros son, en general, una clase social muy bien considerada. Esto es debido a la lealtad con la que consagran su servicio a sus divinidades, a sus ideales o a sus señores, a los cuales deben defender en todo momento, y a que son fervientes seguidores del bien. Siempre se les considera como nobles, incluso si no lo son de nacimiento, ya que la caballería es una de las pocas formas para una persona de orígenes humildes de entrar en la nobleza. Por ésta y otras razones, los caballeros merecen el más alto respeto en el reino. Si un caballero está viajando por el reino, o a través del reino de un aliado, podrá hospedarse en cualquier posada que desee gratis, al igual que su séquito. En muchas ocasiones ocupan puestos importantes dentro de los gobiernos de los pueblos y siempre se consiguen la amistad de aquellos que tienen unas ideas parecidas a las suyas. No existe mayor compenetración que la que se forma en un grupo de caballeros, ya que todos confían los unos en los otros y forman frente al enemigo una impresionante maquinaria de guerra que resulta muy difícil de destruir. Naciones enteras han sido conquistadas con sólo unos cuantos de estos nobles guerreros, para bien o para mal.Evidentemente también existen otros caballeros: aquellos que ofrecen su vida a la servidumbre hacia un señor oscuro. Abandonan sus ideales para abrazar la tentación que el mal les ofrece, convirtiéndose en macabras parodias de lo que un caballero representa. A pesar de sus intenciones malignas, a menudo seguían los mismos principios que sus homólogos buenos.Guerreros formidables, los caballeros son expertos en todo tipo de armas de combate cuerpo a cuerpo y en el uso de las armaduras más pesadas. Perseverantes por devoción, casi siempre hasta el extremo, les envuelve siempre un aire de misterio en torno a un personaje que da cuerpo al sentido del destino en torno al caballero y añade inmensidad a la atmósfera que los acompaña. Su escudo y estandarte imponen respecto y confianza (a menos que sea la familia de un infame). Su palabra se acepta como si fuera la ley, porque los caballeros son reconocidos por su honestidad, integridad y honor. De hecho, la verdad y el honor son la comida y la bebida de los auténticos caballeros. Su armadura está limpia, su montura es fuerte y orgullosa. La espada de un caballero está siempre afilada, e incluso los ladrones le dejan pasar cuando se acerca por los caminos. Por ello, los caballeros reciben todo el respeto en público propio de un noble, y también en privado. Los caballeros son fuertes defensores de la gente, y son vistos como el poder auténtico tras el trono. Los cuentos de guerreros solitarios derrotando a hordas de bárbaros son siempre populares en las atracciones del Día de Mercado. Y cualquier gran batalla, no importa cómo se luchó o quién participó, se atribuye a un gran caballero, tanto si se merece el elogio como si no.

Nada es gratis.
Bueno, ¿por qué no es todo el mundo caballero?. La respuesta a esto es muy simple: no todo el mundo tiene, como dijimos, lo que se necesita. Por un lado, los caballeros mueren a montones. Parece que encargarse de las situaciones peligrosas no es la ocupación más segura del mundo. Por ello, los caballeros tienen unas expectativas de vida muy cortas (normalmente duran una o dos batallas). El asunto del honor parece ser una causa de ello, pues un caballero no dará la espalda a una batalla, no importa qué cosas extrañas sucedan en ella. En tales casos, un caballero huye (y se cubre de deshonor) o muere. Como se les tiene por seres testarudos, a menudo eligen la segunda opción. Cuando esto ocurre, la armadura es devuelta a su casa, reparada y entregada a su hijo mayor.Los caballeros deben estar preparados para partir hacia la batalla en cualquier momento, por su dios, su rey o por el honor de su familia, y ello provoca que el matrimonio con la bella princesa sea un asunto de poca duración. Obedecer órdenes sin preguntar y seguir un rígido código de ética hace el trabajo del caballero un poco más arriesgado. Es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo...

El Código de Caballería.
El código de caballería es un conjunto de ideales que se espera sigan todos los caballeros al pie de la letra. Sin embargo, este código de honor y verdad a menudo causa numerosos problemas entre los caballeros y quienes viajan con ellos. Hay cinco virtudes principales: lealtad, cortesía, honestidad, valor y honor.

• Lealtad. Un caballero debe ser sincero con su país y su rey. El reino entero se derrumbaría si se fallara a las promesas de lealtad. Sé leal a tu señor, y tus vasallos aprenderán con tu ejemplo. Sé desleal, y ten cuidado cada vez que des la espalda. Un caballero jura obediencia a un señor (a un gobierno, una religión o una filosofía) a cambio de protección, apoyo y propiedad. El señor, a cambio, puede contar con el deber militar del caballero. La perfidia, la ruptura de la promesa por cualquiera de las partes, es considerada como un incumplimiento traidor de la fe.La lealtad también establece unos criterios para el código moral del caballero; en esencia, el patrón establece la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal. Sin embargo, aunque el patrón provee la base para el código moral, es en último término el caballero el que es responsable de las consecuencias de sus actos.

• Cortesía. La cortesía supone más que el mero seguimiento de las reglas de etiqueta. También es una actitud, una forma de presentarse al mundo. Un caballero se muestra orgulloso, mantiene el control, y acepta los comportamientos vastos con gracia. Sigue las costumbres sociales lo mejor que puede. Es educado y respetuoso con los amigos y extraños por igual. El caballero debe considerar los sentimientos de los otros y tener cuidado de no ofenderlos. Siempre muestra los modales correctos, se mantiene perfectamente aseado, habla con tacto y amablemente, nunca insulta a propósito o calumnia a otra persona, incluso a su mayor enemigo. Debe comportarse con dignidad, refrenar de los ataques emocionales, la gula con la comida o la bebida, el lenguaje soez, y otros actos groseros.Un caballero debe mostrar cortesía a todas las damas. Las mujeres son seres frágiles que deben ser protegidas. Deben ser apreciadas y honradas, contempladas de lejos y nunca tratadas rudamente. Un caballero debe ser sincero con las mujeres o con aquellos que sean menos afortunados que él, y honrar a aquellos que hayan alcanzado una gloria mayor para su dios y su reino.

• Honestidad. Un caballero siempre dice la verdad como él la conoce. Puede declinar hablar o elegir retener información, pero nunca mentirá intencionadamente a nadie, ni siquiera a sus enemigos. Puede pedir permiso para no contestar una pregunta directa, pero si es presionado, dirá la verdad (sin embargo podrá dar sus respuestas de forma que pueda retener información vital). Aunque un caballero no hace promesas a la ligera, una vez que ha dado su palabra, la mantiene siempre.

• Valor. Un caballero debe ser sincero con su profesión. Un guerrero que es cobarde no es un guerrero en absoluto, sino alguien que provoca arcadas vestido de armaduras, esparciendo mentiras a su alrededor. No puedes ganarte el respeto de esa manera, y no puedes mantener una conciencia tranquila huyendo de la gloria de la batalla. Es mejor morir por tu causa que rendirte. Si una causa no merece luchar por ella, entonces la guerra es en vano. Un desafío, sobre todo un combate individual, es siempre la mejor forma de lograr valor y gloria para tu causa.Un caballero demuestra su inquebrantable valor contra la adversidad. Ningún peligro es demasiado grande para evitar que cumpla una promesa o una misión. Su compromiso es mayor que su miedo al dolor, la penalidad, o incluso la muerte.El valor de un caballero es particularmente evidente en el campo de batalla. Contempla la guerra como una empresa noble, y el combate es una oportunidad de glorificar la institución que representa. Un caballero ataca a un enemigo sin dudar, continuando con la lucha hasta que el enemigo huye o es derrotado. Siempre que es posible, un caballero escoge el enemigo más formidable como su principal oponente.

• Honor. Un caballero debe elegir antes la muerte que el deshonor. ¿Para qué vivir, si uno va a vivir sin honor?. Se supone que el caballero morirá antes que rendirse. Sin embargo, aunque un caballero que cargue ciegamente contra una horda de bárbaros pueda parecer absurdo, el resultado final es el mismo, mantener el honor. Un caballero debe ser sincero consigo mismo. Sólo tú y tu dios sabéis si has actuado con honor de verdad, y mentirse a sí mismo sólo puede conducir una mayor corrupción mintiendo a los demás. Todas las mentiras, no importan los motivos por los que se digan, son deshonrosas. Es mejor no dar ninguna respuesta en absoluto que mentir por cualquier motivo. Esto incluye ocultar la verdad o las mentiras que se originen por omisión. Cualquier intento de engañar se considera una mentira.Un caballero honorable se conduce con integridad sin importar las circunstancias. Se comporta de una forma moralmente correcta incluso cuando está solo o sabe que nadie más conocerá sus acciones. Es un acto admirable reconfortar a un amigo moribundo, pero un acto de honor reconfortar a un enemigo moribundo.El honor también incluye respeto, no sólo por los pares y superiores del caballero, sino por cualquiera que comparta el compromiso del caballero hacia la bondad y la justicia. El caballero muestra misericordia al arrepentido, y se niega a infligir sufrimientos innecesarios incluso al más cruel villano.

Además de las cinco virtudes principales cualquier caballero debe cumplir con los siguientes ideales:

• Humildad. El caballero permanece humilde en espíritu y acciones. Rechaza la adulación y declina las recompensas. Los tributos lo avergüenzan; el reconocimiento de un trabajo bien hecho es suficiente. Habla modestamente de sus hazañas, si lo hace, agradecido por la oportunidad de completar sus obligaciones morales.

• Generosidad. El caballero comparte de buena gana sus magros fondos y posesiones con cualquiera que tenga necesidad. Si posee dos espadas y un veterano cazador no tiene ninguna, el caballero le ofrece una como regalo. Dará su última hogaza de pan a un niño hambriento, incluso si se queda sin comida el resto del día. También es generoso de espíritu, siempre dispuesto a prestar oído a los problemas de los compañeros o a reconocer los logros de un amigo con abundante prosa.

• Castidad. El caballero evita incluso la aparición de la impropiedad, manteniéndose puro de palabra, acción y pensamiento.

• Celibato. Además de mantenerse casto, el caballero jura no casarse nunca.

• Industriosidad. El caballero emprende actividades productivas todo el tiempo. Trabaja diligentemente y duro hasta que completa el trabajo a mano. Cuando no está trabajando, estudia, se ejercita o practica sus habilidades en combate. Considera que las actividades ligeras, la charla y las vacaciones como tiempo perdido tontamente.

• Respeto. Un caballero debe mostrar respeto por sus inferiores e iguales, reverenciar a aquellos por encima de él (en clase social o rango), y despreciar a aquellos que sean mezquinos e innobles. Un caballero no debe ayudar a los maleducados, los crueles, los burdos. Aquellos que mienten, engañan y roban no merecen su respeto, porque son cobardes sin honor. Esto se aplica también a los bienes y servicios también. Un caballero no usa un equipamiento mal fabricado o de calidad inferior, escogerá luchar a pie antes que montar a un rocín famélico.

• Fidelidad. Un caballero debe ser sincero con su dios. Cualquier falta de fe es una señal de debilidad espiritual y moral. En el momento en que surjan dudas, un caballero debe buscar a un sacerdote de fe y solicitar su guía. En el caso de transgresiones menores, el caballero recibe como penitencia realizar una tarea que muestre su deseo de enmendar sus malas acciones.

• Un caballero debe realizar con buen ánimo cualquier búsqueda o servicio que se le requiera. Si se coloca un objeto o a una persona bajo su cuidado, un caballero debe defenderlo hasta la muerte si es necesario. Naturalmente, cualquier tarea no realizada es una señal de debilidad física y de fracaso espiritual.

• Un caballero debe prestar servicio militar a su señor en cualquier momento que éste se lo pida, y debe mostrar coraje y buena disposición al obedecer a su señor. Este es el corazón del ideal feudal, y constituye la columna vertebral de la organización militar medieval.

• Un caballero entiende la guerra como "lucimiento de la caballería" y por tanto, como un noble propósito. Para el caballero, la batalla es el test de su hombría, y el combate es algo glorioso. La primera meta del caballero como guerrero, por tanto, es la consecución de la gloria en el campo de batalla. Sin hazañas gloriosas en tiempos de guerra, se considera que el caballero no es más que un costoso mercenario, en el que se han desperdiciado años de entrenamiento para nada.

• Un caballero debe derrotar a todos los que se le opongan en la batalla. Observa que asesinar a tus enemigos no es siempre la mejor manera de alcanzar tus objetivos. Expulsar a un invasor con una gran demostración de fuerza hace que se cuenten cuentos sobre ello, que los rumores se extiendan y que alguien con vida lo recuerde todo para prevenir contra futuras invasiones.

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