jueves, 4 de enero de 2007

Razas y criaturas de los Reinos Brillantes (I). Criaturas feéricas (I)

Fatas, hadas y otros seres faéricos han atormentado (o bendecido con su bondad) la vida de muchos habitantes de los Reinos Brillantes. ¿Mitos, leyendas, cuentos o, simplemente una realidad poco conocida? Tanto "fata" como "feérico" no están recogidos oficialmente por los diccionarios, pero sí son ampliamente utilizados para nombrar a esta clase de criaturas. Describiremos brevemente a las criaturas faéricas más comunes de los Reinos Brillantes.

• Dríadas. Las dríadas son entes misteriosos que se encuentran en lo más profundo de los bosques solitarios, duendes de los árboles, con forma femenina y de gran belleza. Estas criaturas resultan un misterio incluso para los demás seres del bosque. Físicamente, tienen unos rasgos muy delicados, parecidos a los de las doncellas elfas. Tienen los ojos violeta o verde oscuro, y su cabello, de textura frondosa como un dosel de hojas, y piel cambian de color según la estación. De esta forma pueden camuflarse entre el bosque sin que se las vea. En el invierno su pelo y piel son blancos, en otoño rojizos, y en primavera y verano tienen la piel muy bronceada, como madera pulida, y el pelo verde. Cada dríada pertenece a un roble del bosque. Se hallan unidas a su árbol de por vida y no pueden alejarse de él o mueren lentamente. Una dríada es capaz de penetrar literalmente en un árbol y desde su interior tranportarse al roble del que ella forma parte. Si alguien golpea al roble al que está unida, ella recibe físicamente el mismo daño, por lo que intentará defenderlo a toda costa.
Una dríada tiene absoluto control sobre el árbol al que está ligada, por lo que es capaz de provocar que sus ramas florezcan aunque no sea la temporada, que aparezcan nuevas plantas alrededor del árbol, e incluso puede provocar un crecimiento de hierba repentino que haga tropezar a los intrusos.
Tímidas aunque decididas, las dríadas hablan varias lenguas y su gran inteligencia les permite comunicarse con casi todos los seres del bosque, además hablan el lenguaje de las plantas. Son tan huidizas como seductoras.No son nada agresivas, y si son atacadas hechizan a sus atacantes como defensa. El hechizo de una dríada tiene un gran poder, y es muy difícil tener la suficiente resistencia a la magia como para no caer hechizado.

• Hadas. No siempre es fácil distinguir a un hada de otra. Para empezar no muchos mortales saben algo de ellas. Aunque se sabe de algunos grupos genéricos de hadas, también es un hecho documentado entre los mortales que pueden cambiar de forma para asumir la que deseen. Salvajemente caóticas, asumen nuevas personalidades que encajen con su aspecto exterior. Aún así, los mortales han identificado a varios tipos de hadas, entre las que se cuentan diversas hadas elementales de las aguas, montañas, campos y bosques, demasiado numerosas para dar más detalles. Aunque en muchos casos estas etiquetas mortales son poco precisas (o incompletas), son la base de lo que la mayor parte saben de la Buena Gente.

• Ninfas. Las ninfas son seres mágicos procedentes de las fuerzas de la naturaleza y personifican la belleza del mundo natural. Su creación es simple; la esencia natural de ninfa crea un cuerpo y lo "habita". Este cuerpo es siempre el de una mujer de enorme atractivo y encanto. Las ninfas tienen su propio lenguaje musical. Una ninfa tiene la apariencia de una mujer siempre joven y de gran belleza. Su cabello es largo, de color cobre, su piel es perfecta y tiene grandes ojos y largas orejas éficas que se inclinan hacia atrás. Es muy inteligente, y de mente rápida e ingeniosa. Cualquier animal que esté cerca de una ninfa se acercará para ser acariciado por ella, sin importale tener cerca incluso a su peor enemigo. Es por eso que la ninfa es muy peligrosa debido a las fuertes emociones que inspira. Es cautivadora y peligrosa.
Las ninfas sólo habitan en los lugares más hermosos; palacios de hielo, grutas oceánicas, lagos y arroyos cristalinos, y los más maravillosos bosques.
Estos encantadores seres no agresivos, al contrario, intentarán huir siempre que noten el peligro cerca. Su comportamiento es indómito y voluble. Como la naturaleza misma, personifica tanto la gran belleza como los peligros terribles. Puede ser amable, elegante y hermosa para con los mortales que respetan la naturaleza, pero también puede ser rápida en atacar a los que la traten de forma desconsiderada. Defenderán los lugares sagrados con sus conjuros y sus aliados animales para expulsar a los intrusos del lugar.
Las ninfas odian la fealdad y el mal. Su condición de seres mágicos procedentes de la naturaleza, las convierte en defensoras de bosques, lagos, ríos y océanos. Son las guardianas de los lugares sagrados de las tierras salvajes y los bosques profundos. Curan animales heridos, reparan flores y árboles rotos. Son tan insoportablemente hermosas que incluso una visión fugaz puede cegar a los curiosos.

• Sátiros. Los sátiros son criaturas salvajes y hedonistas que se caracterizan por su carácter despreocupado, cruel y lascivo. Físicamente son como humanos con la cabeza y los brazos muy peludos. Tienen unos pequeños cuernos negros y las extremidades inferiores de macho cabrío. Su piel y su pelo son de un color marrón oscuro o pardo rojizo, mientras que sus pezuñas y cuernos son completamente negros. Pueden medir hasta 3 metros de alto. Les encanta retozar por los campos, cazar, tocar el caramillo (o flauta de Pan) y perseguir ninfas. Aman la buena comida, la bebida fuerte y los romances apasionados.
Los sátiros presentan un especial interés por la música y el baile. Su danza es conocida como sikinnis, y a menudo organizan improvisados conciertos de caramillo con los que atraen a las ninfas. Es más que problable encontrar a un sátiro llevando en sus manos un instrumento musical o una botella de vino que armas. Por lo general, dejan en paz a los viajeros aunque, sin embargo, son bastante revoltosos y se divierten a expensas de quienes se acercan demasiado a sus hogares en los bosques. Los sátiros son conocidos por su afición al vino y a las borracheras. Aprovechan cualquier ocasión para organizar ruidosas orgías y saciar así sus incontrolables deseos sexuales.
Los pastores y ganaderos temen la llegada de los sátiros, ya que sus fiestas espantaban a los rebaños y a los animales domésticos de la zona.

• Faunos. Existen unos seres conocidos como faunos que posiblemente estén emparentados con los sátiros, aunque poseen un carácter muy diferente. Durante muchos años, los faunos han sido el símbolo de la fertilidad agrícola, sobre todo en cosechas de grano y uva. Son pacíficos y juguetones, bromistas en ocasiones, pero no se expresan de forma tan primaria con el vino o la lascivia como sus parientes sátiros.
Los faunos tienen el cuerpo y la cara de un hombre, y las patas, la cola y las orejas de un ciervo. No son seres hostiles ni agresivos, y comparten la pasión de los sátiros por la música.

• Boggans. Estas hacendosas hadas son conocidas como grandes trabajadores. Pueden realizar tareas milagrosas en una sola noche. Los boggans manifiestan el orgullo por el orden de sus hogares. Los boggans suelen colaborar en las tareas domésticas, y los hogares que tienen un boggan residente son inusualmente cuidados y prósperos.

• Gremlins. A menudo confundidos con los diablillos, los gremlins son criaturas mágicas, pequeños seres alados con forma parecida a de los trasgos. Hay muchas variedades, desde malvados a dulces y cariñosos. El color de su piel varía desde el marrón al negro o gris, frecuentemente en una mezcla moteada. Su orejas son muy grandes y puntiagudas. Sus alas son parecidas a las de los murciélagos, y les permiten volar y planear, aunque no a gran altura.
Son seres cobardes, que lo que mejor hacen es causar problemas: cuanto más se enfadan sus victimas, más felices son. Tienden trampas, rompen objetos preciados, dañan a seres queridos,... Un edificio que se encuentre infestado de gremlins puede verse reducido a ruinas de la noche a la mañana.
Los gremlins viajan en pequeños grupos y tienen un orden social muy organizado; cada gremlin sabe a quién tiene por encima y por debajo en este orden. Estas molestas criaturas buscan normalmente un edificio o un lugar para infestarlo, y no lo abandonan hasta que termina la diversión, o hasta que ven peligrar sus vidas. Puesto que los gremlins se esfuerzan en no ser vistos, los habitantes de los lugares infestados suelen creer que el lugar está encantado.

• Fremlins. Estos gremlins amistosos son bastante inofensivos. Tienden a ser rellenos y perezosos, pero por lo demás parecen pequeños gremlins coloreados. En alguna ocasión pueden volverse compañeros tolerables si le cogen afecto a alguien, y si están bien alimentados y entretenidos. A pesar de todo son traviesos e impredecibles.

• Atomis. Los Atomis son los más pequeños de todos los duendes. Ligeros y rápidos, su altura no supera los 30cm. Con cuatro alas parecidas a las de las libélulas, tienen la piel pálida con un ligero tono de verde bosque en su cara de rasgos ligeramente élficos.
Sus voces de tono agudo parecen zumbidos de abeja. Hablan su propio lenguaje, y se cree que pueden hablar con los árboles, con las plantas y con la mayoría de animales del bosque.
Viven en las ramas altas de ancianos árboles de madera noble (a menudo robles), ocupando un árbol por familia. Tienen una jerarquía flexible, y escogen como líder al mayor entre ellos. La miel es uno de sus manjares favoritos, así como las nueces.Los atomis conciben la magia como una fuerza conectada a la vida, y les fascinan los objetos mágicos, que coleccionan y cuidan con adoración en sus hogares.

• Nockers. Los nockers son conocidos por su mal temperamento y su sucio vocabulario. Encontrados en cualquier lugar que albergue gemas y carbón, son extraordinarios mineros. Si los mineros mortales se muestran respetuosos y les dejan pan y miel, estos pendencieros seres pueden “adoptarles” a veces, ayudándoles a encontrar ricas vetas o excavando a través de suelos particularmente duros cuando no están cerca para presenciar la hazaña. Los nockers irritados pueden romper herramientas, provocar derrumbamientos o corromper el aire de las cuevas, envenenando a los mineros y obligándoles a salir.

• Pooka. Los pooka son conocidos por su facultad de cambiar de forma. La mayoría de los mortales los confunden con hadas cambiantes, temiéndoles sin motivo. Normalmente, los mortales no se dan cuenta de que tienen una afinidad con un determinado tipo de animal, que es la única forma que pueden asumir. Los pooka adoran gastar bromas a humanos y sobrenaturales, aunque rara vez son peligrosos. Por lo general sólo se trata de bromas embarazosas. Los pooka son incapaces de decir la verdad, lo que hace que los demás no suelan fiarse de ellos.

• Redcaps. Siempre hambrientos y malhumorados, los redcaps odian a los mortales. Probablemente la raza feérica más temida, suelen formas grupos para atacar a los viajeros. Su nombre viene de su costumbre de mojar sus gorros en la sangre de su víctima al devorar la carne del desdichado.

• Sidhes. Estas altas y bellas hadas gobiernan a todas las demás. Son poderosos magos y temibles guerreros. Sus espadas llameantes pueden decapitar fácilmente a cualquier mortal, algo que se sabe que han hecho en accesos de ira.

• Duendes. Los duendes son fatas solitarias y efusivas. Van por su cuenta buscando combatir el mal y la fealdad y proteger las tierras que son su hogar.
Casi se podría decir que los duendes son seres imaginarios. Cualquiera que admita abiertamente haber entablado conversación con un duende lo encerrarían de por vida o, al menos, se reirían de él. Y es que los duendes son seres muy misteriosos. Formados prácticamente en su totalidad por la magia de la naturaleza, viven en el seno de sus bosques, lagos, montañas y ríos, protegiendo a la Madre Tierra de cualquier mal. A pesar de todo, también se han podido ver duendes en las ciudades. Duendes a los que les ha picado el gusanillo de la curiosidad por ver mundo o que han rechazado su origen. Los duendes tienden a aburrirse muy rápidamente y necesitan de algún entretenimiento, por eso juegan con los intrusos y los asustan durante largos días hasta que estos deciden irse a otra parte.
El humor de un duende es muy extraño. Son amantes de las bromas, algunas de las cuales pueden parecernos muy crueles o peligrosas. Ellos no conocen límites racionales para sus bromas. Si alguna de sus bromas llevase a la muerte a un ser, ellos lo lamentarían pero enseguida una sonrisa volvería a su rostro mientras se encogen de hombros. Los duendes no suelen medir mas de cuatro palmos, aunque su habilidad del ilusionismo les puede alterar la forma y aparentar desde un humano hasta un dragón. Siempre tienen una sonrisa maliciosa en la cara y hasta el mas gruñón está pensando en que va a hacer a continuación para divertirse.
Al estar creados por la magia, ésta reside en sus cuerpos y pueden canalizarla a voluntad. Suelen alterar los hechizos para hacerlos más divertidos y vistosos. Todo puede hacerse de forma divertida en la vida de un duende.

2 comentarios:

Sacha dijo...

Fata como tal no está en el diccionario, pues corresponde al español "hada", pero sí está en adjetivo feérico (no faérico), como puede consultar en el DREA: http://buscon.rae.es/draeI/

Noren dijo...

Muy agradecido, Sacha. Ya he corregido el error... aunque no puedo garantizar que sea el último que comenta.