miércoles, 20 de junio de 2007

Caballeros (V). El Camino

Convertirse en caballero: El camino a la Caballería.
La mayoría de los caballeros son nombrados por un noble o por otro caballero, y entrenados en las artes de la guerra por su señor. No obstante, hay otras formas de acceder a la categoría de caballero sin este largo período de entrenamiento, pero normalmente suponen un gran riesgo para la propia salud y casi una valentía digna de un estúpido y puede que ésta no sea la mejor manera. Si la decisión persiste... ¿qué tipo de gesta o búsqueda deberá realizar un personaje para convertirse en un caballero?. Depende. Si existe en dragón en la región que es una amenaza real para el reino, eliminarle sería un gran favor para con tu rey. Tal vez el dragón está en un lugar muy inaccesible y nadie sabe dónde está su cubil, resultando dicha información muy merecedora de la atención de Su Majestad. Tal vez alguien importante fue secuestrado por la bestia y la misión sea regresar con el prisionero sano y salvo. En resumen, la magnitud aparente de la misión (por ejemplo, que sea merecedor de una canción tras el éxito) es más el hecho en si mismo.
Convertirse en paladín requiere entrenamiento intenso, disciplina estricta, y un compromiso total. Aunque la mayoría de los paladines adquieren sus habilidades bajo los auspicios de su gobierno o iglesia, no existen trayectorias de carreras establecidas o técnicas instructivas obligatorias. Lo que siguen son algunas de las formas más comunes de convertirse en paladín.

• Patronazgo religioso.
Las iglesias se procuran candidatos a paladín a una edad temprana, normalmente entre 8 y 10 años. Los clérigos de alto rango, entrenados como reclutadores, observan tranquilamente sus congregaciones, buscando niños vigorosos e inteligentes de familias devotas. Cuando los reclutadores están de acuerdo con un candidato potencial, se aproximan a los padres y les piden que renuncien a la custodia de sus niños en favor de la iglesia. Si los padres se niegan, los reclutadores pasan del candidato y continúan su búsqueda. Mientras que algunas iglesias pueden pasar por encima de la decisión de los padres, la mayoría acata los deseos de la familia, creyendo que un entrenamiento efectivo es imposible sin el apoyo de los padres.
Si la familia accede (la mayoría lo hace, puesto que consideran la oferta un gran honor) el niño se convierte en protegido de la iglesia. El candidato se muda a un dormitorio de una escuela dirigida por la iglesia, frecuentemente localizada en una región distante, aislada para minimizar las distracciones. Se enseña a los candidatos a paladín codo con codo con los acólitos clericales, estudiando historia religiosa, y filosofía ética junto con materias fundamentales como leer, escribir, y etiqueta. Los candidatos también se ocupan en el ejercicio riguroso y la práctica de armas.
En unos cuantos años, los estudiantes son separados, con los candidatos a paladín centrados en la equitación y las habilidades de combate, y los acólitos clericales concentrados en el lanzamiento de conjuros y la doctrina eclesiástica. Los candidatos a paladín también pueden recibir entrenamiento avanzado en medicina, idiomas y otras asignaturas académicas. En algún momento entre los 15 y los 17 años, dependiendo de sus progresos y su aptitud, un candidato es sometido a una serie de pruebas, que engloban desde exámenes orales para evaluar su comprensión del ethos del paladín, a enfrentamientos con oponentes no muertos para demostrar su coraje y habilidades de combate. Un candidato que pase todas sus pruebas es elegible para convertirse en un paladín completo.

• Intervención divina.
Los dioses pueden elegir a un mortal para convertirse en paladín por sus propias razones. Alternativamente, un mortal cualificado puede solicitar a los dioses el status de paladín. Un candidato apropiado debe reunir todos los requisitos físicos y mentales para ser paladín, y debe demostrar también una fe inquebrantable. Ni la edad ni el status social son decisivos, aunque los candidatos más jóvenes de las clases desfavorecidas son preferidos en general. Los dioses guiarán al candidato a través de una larga serie de búsquedas y ejercicios de entrenamiento para asegurarse de que desarrolla las habilidades necesarias. En ocasiones, los dioses pueden garantizar los poderes al candidato directamente, obviando el entrenamiento de cualquier tipo.

• Patronazgo del gobierno.
Los reclutadores que representan a grandes monarquías están constantemente buscando jóvenes candidatos a paladín, necesarios para reemplazar a los paladines que se retiran o a los paladines muertos en servicio. Los reclutadores dependen enormemente de las referencias de sus contactos en la aristocracia, pero también consideran las peticiones de las familias de clase superior y media sin lazos formales con el gobierno. Puesto que los reclutas deben comenzar su entrenamiento a una edad temprana, los candidatos pueden ser tan jóvenes como de cinco o seis años.
Los reclutadores investigan concienzudamente el trasfondo de todos los candidatos potenciales, manteniendo largas entrevistas con los amigos y la familia del candidato, y observando al candidato en el trabajo y el juego. Los candidatos deben estar sanos físicamente, ser emocionalmente estables, intuitivos, y de buen comportamiento, cualidades que un reclutador experto puede reconocer incluso en el niño más joven. De cada 100 candidatos evaluados, no más de dos o tres superan el nivel.
El entrenamiento inicial de un candidato comienza en casa. Con la supervisión y el apoyo de tutores del gobierno, el candidato aprende a leer y escribir, y recibe instrucción básica en etiqueta y religión. Practica ejercicio varias horas al día, y aprende a montar y cuidar de un caballo pequeño.
A la edad de 7 u 8 años, el candidato se muda al hogar de un hombre noble, señor, o paladín retirado donde su entrenamiento prosigue en serio. Perfecciona sus habilidades de equitación, aprende a usar armas (practicando con réplicas reducidas de madera), y juega al ajedrez y otros juegos de guerra sencillos que enseñan estrategia. Asiste a las funciones protocolarias del estado para aprender protocolo, y se le enseña a respetar y obedecer a sus superiores. En ocasiones se une a los soldados en las rutinarias excursiones militares, ayudando a cuidar de sus caballos y observando como se comportan en el campo.
En los años de su adolescencia temprana, el candidato se convierte en un escudero a tiempo completo de un paladín practicante. Para señalar la ocasión, el candidato a veces es recompensado de la misma forma que su maestro; las espuelas del candidato son de plata, las del maestro están chapadas en oro. Bajo la supervisión del amo, el candidato aprende esgrima y técnicas de combate montado. El amo le procura instrucción diaria en la ética y la filosofía, detallando cada matiz del ethos del paladín. También puede enviar al candidato en una búsqueda para probar su temple, como arrancar una pluma de una arpía o recobrar una escama de un dragón.
Más importante, el candidato acompaña a su amo en el campo de batalla y lucha a su lado. Sin importar su experiencia, se supone que un candidato deberá ostentar las mismas normas que un paladín normal, sacrificando su vida si es necesario para proteger a su amo o defender a su monarca. Consecuentemente, muchos candidatos no sobreviven a su aprendizaje. Aquellos que perseveran entre tres y cinco años son elegibles para convertirse en paladines completos.

• Apoyo de mentor.
Los personajes sin contactos en las iglesias o estados pueden buscar mentores que les enseñen las habilidades de un paladín. Los mentores apropiados incluyen sabios benevolentes, clérigos solitarios, y paladines entrados en años. La mayoría tiene vidas solitarias al margen de la sociedad, libres de las obligaciones de la iglesia o el estado. Muchos han diseñado filosofías únicas con las que sustituyen a las religiones formales. Es probable que se espere de un estudiante potencial que aprenda y siga la fe del mentor, sin importar cuán antigua sea.
Puesto que un mentor rara vez acepta a más de un estudiante a la vez, el paladín neófito se beneficia de la atención individualizada, completando a menudo el entrenamiento en cuatro o cinco años. A pesar de su brevedad, el periodo de entrenamiento es intenso y exigente, concentrándose en la maestría en las armas, la equitación y la ética. El estudiante también debe jurar fidelidad a los valores del mentor, que duplican los componentes esenciales del ethos de un paladín. El mentor declara al estudiante preparado para su carrera de paladín cuando completa una prueba final, que puede precisar que el estudiante derrote al mentor en un combate simulado o culminar una búsqueda que el propio mentor nunca fue capaz de completar.

• Título heredado.
En algunas culturas, un hijo de un paladín es automáticamente elegible para ser un paladín por sí mismo. La aceptación del niño es normalmente irrelevante; una descendencia obediente sigue los deseos de sus padres sin muchos remilgos. El padre supervisa el entrenamiento de su hijo, que comienza en la fortaleza de la familia. El niño aprende modales y disciplina atendiendo el ganado, sirviendo las comidas, y ayudando al servicio. Más tarde el padre le enseña al niño a montar y a esgrimir una lanza, con instrucción suplementaria en esgrima, etiqueta y religión. También puede enrolar al niño en una academia real o en una escuela de la iglesia para completar su educación. Si el padre muriera antes de que el niño sea elegible para la carrera de paladín, la iglesia o gobierno asume la responsabilidad de continuar el entrenamiento del niño, un gesto realizado en agradecimiento a la vida de servicio del padre.

Ceremonia de confirmación.
Una vez alcanzado el objetivo, el candidato será nombrado caballero. Dependiendo de la tradición, las ceremonias de caballería pueden ser privadas y solemnes, o bien otra excusa para una fiesta. El rango de caballero es un regalo, que se otorga como algo muy valioso rodeado de pompa y circunstancia. Además un buen gobernante conoce el valor político de asociarse él mismo rápidamente a los hacedores de grandes gestas y la promesa de fidelidad al rey por parte del valiente caballero aumenta el propio prestigio del rey.
El día de la ceremonia, la capital y el castillo respirarán una atmósfera de fiesta. De hecho el Día de Mercado puede adelantarse o retrasarse para lograr que todos los recién llegados asistan a la ceremonia. Debe ser anunciada con lo menos un mes de antelación para lograr tanta afluencia como sea posible. No es inusual que el rey suspenda el impuesto sobre el mercado y proporcione pabellón con comida y bebida gratis para promover la asistencia masiva.
A mediodía, la ceremonia comienza con el más importante miembro local de la iglesia presidiéndola (la importancia de la categoría social del caballero y la grandeza de su gesta determinará quién celebre el servicio religioso). En el caso de nombrar a varios caballeros a la vez pero de diferentes religiones, el servicio se celebrará con representantes de cada fe. Normalmente, la religión estatal asumirá el papel principal.
Realizadas las bendiciones y sacramentos, comienza la procesión real. Es la tradición que el rey palmee al cabalero arrodillado en cada hombro, a la vez que otorga alguna bendición secular. Ello puede tener o no connotaciones religiosas.
Se espera entonces que el caballero bese la espada del rey como símbolo de servidumbre a su nuevo señor, y jure abiertamente lealtad y fidelidad ante todos los presentes. Esto se repite hasta que todos los elegidos sean nombrados caballeros.
Cuando un candidato está preparado para asumir el papel de un paladín, la crucial ocasión normalmente se señala con una ceremonia formal. El celebrante puede ser un representante del gobierno, un dignatario de la iglesia, el mentor o padre del candidato, o un avatar de los dioses. Según dicte la tradición y la preferencia del paladín, la ceremonia puede ser pública, celebrada ante una vasta audiencia en la plaza de la ciudad, o privada, realizada en la cámara de un oficial o escenario natural remoto.

• Armado Caballero.
La ceremonia de confirmación más simple requiere que el candidato se arrodille ante el celebrante, que sostiene una espada ceremonial sobre la cabeza del candidato. Después de que el candidato recite su Código de Honor, el celebrante toca con la espada en el cuello o los hombros del candidato, y lo nombra paladín. El nuevo paladín se levanta, abraza al celebrante, y se retira silenciosamente.

• Sacramento de la Espada.
El día de la ceremonia, el candidato se levanta antes del amanecer y se lava en un arroyo, limpiando su cuerpo, y, simbólicamente, su espíritu. Viste una túnica blanca, que representa su piedad, atada ajustada a la cintura con un ceñidor fino, un recordatorio de las incomodidades que todos los agentes de la fe deben soportar. Rodeado de su familia, huéspedes invitados, y representantes de su iglesia y gobierno, el candidato encara el sol naciente y recita su Código de Honor. El celebrante le obsequia con una espada fabricada de cristal o vidrio, queriendo simbolizar la delgada frontera que separa el bien del mal. El celebrante entonces abofetea al nuevo paladín en ambos lados de la cara o golpea su pecho, un recordatorio enfático de que siempre debe seguir su juramento.

• Día de Banquete.
Asociado con los paladines que son entrenados por la iglesia, la ceremonia del Día de Banquete comienza dos días antes de la confirmación. El candidato pasa 48 horas solo en una capilla oscura, ofreciendo oraciones a su deidad y subsistiendo sólo con pan y agua. Al final de este periodo, el celebrante abre las puertas y ventanas para bañar la capilla con la luz del sol. Uno por uno, los profesores del candidato, miembros de su familia, e invitados entran dentro. El candidato les da la bienvenida individualmente, agradeciéndoles su apoyo durante su entrenamiento. Después de que todos hayan llegado, el candidato toma asiento frente a la congregación. El celebrante da un sermón sobre el significado de este gran día, y entonces el candidato se arrodilla ante él y jura el Código de Honor. El celebrante toca los hombros del candidato con una espada ceremonial y besa su frente. El nuevo paladín abandona la iglesia con el sonido de los aplausos, y entonces cabalga atravesando la ciudad para que todos puedan verla. El día culmina con un gran banquete, aderezado con canciones, bailes, y juegos.

• Rito de los Siete Corderos.
El candidato se une a seis paladines en un prado descubierto. Los paladines traen siete corderos, todos enfermos o heridos por causas naturales. Uno de los paladines, actuando como celebrante, lee las oraciones y conduce al candidato a través de su Código de Honor. Entonces cada paladín impone las manos en uno de los corderos, curándolo. El nuevo paladín impone las manos al último cordero. El esquileo de los corderos sanos se sitúa en una bolsa de tela, que se entrega al nuevo paladín para conmemorar la ocasión.

• Llamamiento de las Aguas Benditas.
Previamente a la ceremonia, el celebrante obtiene una armadura de un paladín que murió en combate. El celebrante conserva el yelmo, y sumerge el resto de la armadura en un río o lago imbuyendo simbólicamente el agua con el espíritu del paladín fallecido. El candidato lava su ropa ceremonial en el río bendecido; un traje típico consiste en una camisa de lino, una túnica púrpura o carmesí, medias de seda, zapatos de cuero con adornos de plata, y una toga de oro bordada con imágenes de águilas y leones. El candidato deja que el traje húmedo se seque al sol.
El día de la ceremonia, el candidato viste las ropas y se reúne con el celebrante cerca del río bendecido. El celebrante y el candidato se yerguen sobre una alfombra de terciopelo, rodeados por los dignatarios y los invitados. Después de recitar el Código de Honor, el candidato se arrodilla y bebe del río. El celebrante regala al candidato el yelmo del paladín fallecido, completando la ceremonia. El nuevo paladín se une a sus invitados para una comida humilde bajo el cielo abierto.

Rangos del Caballero.
Aquí se muestra un posible camino de la carrera de un Caballero.

• Paje.
Un candidato a Caballero se convierte en sirviente en el séquito de su señor feudal. Vive en la fortaleza de su señor feudal o en la fortaleza de un oficial militar o noble. El paje aprende los fundamentos académicos (incluyendo historia, etiqueta, y religión), junto con las bases de la caza y la monta.

• Criado.
El paje se convierte en un criado, asignado como aprendiz a un paladín de alto rango. El criado actúa como ayuda personal tanto en el campo de batalla como en casa. Estudia técnicas de combate, habilidades de monta avanzadas, y teología. Si decidiera permanecer como ayuda, se convierte en un Escudero.

• Caballero de fortaleza.
También conocido como caballero doméstico. Trabaja principalmente en la fortaleza de su señor, realizando guardias, custodias, y supervisiones de personal ocasionalmente. Puede ir a la guerra o realizar búsquedas y misiones con el consentimiento de su señor.

• Protector.
Un Caballero alcanza este rango cuando gana el poder de ahuyentar muertos vivientes. El protector puede ser enviado al campo de batalla más a menudo aunque aún vive en la fortaleza de su señor feudal y sus superiores aún observan sus acciones atentamente.

• Centinela.
El Caballero se convierte en un centinela. Su señor se siente más cómodo al enviarlo en misiones a tierras lejanas. La supervisión continúa decayendo.

• Guardián.
El Caballero se convierte en un guardián, suficientemente experimentado para supervisar a un criado.

• Gran caballero.
Un Caballero obtiene este rango y puede representar a su señor en misiones diplomáticas. Aunque técnicamente un miembro de la fortaleza de su señor, un gran caballero tiene el permiso garantizado para abandonar la fortaleza durante largos periodos de tiempo.

• Bachiller.
Para cualificarse para este rango, el Caballero debe haber adquirido una superficie de tierra suficiente para construir una fortaleza. En este rango, el Caballero puede ser elegido para mantener un pequeño hogar fuera de la fortaleza del señor feudal. Normalmente, un Caballero debe ser del rango de bachiller para obtener permiso para casarse.

• Abanderado.
El Caballero debe haber establecido su propia fortaleza. La fortaleza sirve como la base del hogar del abanderado. Puede mantener un pequeño grupo de personal de su propiedad en este punto.

• Lord.
Este es un título real otorgado por el señor feudal a un Caballero que ha mantenido con éxito una fortaleza por un largo periodo (de 5 a 10 años). En la mayoría de los casos, la fortaleza debe ser rentable (beneficiando a su señor feudal por medio de impuestos o tributos), haber resistido al menos un asalto enemigo (para demostrar la habilidad de mando del Caballero), y emplear al menos 10 miembros de personal y soldados (para demostrar las habilidades de administración del Caballero).

No hay comentarios: