martes, 26 de diciembre de 2006

Navegación (I)

Hay muchos tipos distintos de navíos como para poder detallarlos a todos en un solo artículo. Vamos a dar un vistazo rápido a las embarcaciones genéricas sin voluntad de profundizar. Para facilitar la labor vamos a ordenar y dividir todos los navíos en tres simples categorías: pequeños, medianos y grandes.

Pequeños.
En esta categoría podemos encontrar Catamaranes, Lanchas, Cocas, Barcos de Cabotaje, Barcos de Altura, Knarrs, Goletas, Corbetas, Gabarras, Naos y Falúas mercantes, entre otros. Estos barcos son pequeños. Son naves que pueden cargar entre 200 y 800 toneladas en mercancías. Están mal equipados para la guerra y son presa fácil de barcos mayores pues sólo pueden acoplar hasta 30 cañones. Por otro lado, estos navíos son muy rápidos y maniobrables y con un escaso calado que les permite navegar por aguas someras e incluso remontar los cauces de la mayoría de los ríos navegables.

• Catamarán. Esta nave, diseñada para los viajes por mar, es común entre las culturas marinas más antiguas de los Reinos Brillantes. Sus cascos gemelos cortan el agua con eficacia, pero su pronunciada quilla y su vela sencilla impide maniobras rápidas. No tiene bodegas ni protecciones en cubierta frente a ataques. Sólo una lona protege a los pasajeros de las inclemencias, por lo que es una mala elección para climas duros.

• Lancha. Una gran nave de remos que se emplea a menudo como bote salvavidas o de desembarco al servicio de un barco mayor. La tripulación y pasajeros quedan expuestos a los elementos.

• Coca. La Coca fue al mismo tiempo un velero destinado a usos militares y mercantes. Tenía el casco de forma alargada. Se caracterizaba además por la presencia de dos construcciones situadas a popa y proa semejando castillos. Estas construcciones darían lugar, con el tiempo, al alcázar de popa y al castillo de proa. Como en esta época la función entre nave mercante y de guerra no estaba muy diferenciada, los castillos, a veces ricamente ornamentados con escudos, hacían la función de defensa de los barcos atacados o como plataformas desde las que lanzarse al abordaje en caso de actuar ofensivamente.

• Barco de Cabotaje. Llamado también costero, es un pequeño barco mercante que recorre las costas. Es un barco de vela, dotado con dos mástiles y velas triangulares. El tamaño medio es de 18 a 20 metros de largo por 6 de ancho. El timón cuelga de un lado. La tripulación es de 20 a 30 hombres, y la capacidad de carga de unas 100 toneladas. Normalmente sólo hay un castillo de popa. Un barco de cabotaje es lento y no tremendamente marinero, pero puede transportar grandes cantidades de carga con tripulaciones más reducidas que las galeras.

• Barco de Altura. Esta nave es una versión más grande y mejorada del barco de cabotaje, capaz de aventurarse en mar abierto. Como el de cabotaje, es un barco de vela con uno o dos mástiles, pero el de altura emplea velas cuadradas. Tiene unos 20 a 25 metros de largo por 6 de ancho. La tripulación es de sólo 18 a 20 hombres. Normalmente tiene una sola cubierta y castillos de proa y popa. Las capacidades de carga de los barcos de altura varían enormemente, pero la media está entre las 100 y las 200 toneladas.

• Corbeta. Primeramente se denominó Corbeta a una embarcación alargada de un sólo mástil y dotada de remos. La corbeta de guerra surge posteriormente perdiendo los remos y portando aparejo de velas cuadradas. Al principio llevaban dos palos con una vela (cebadera) en el Bauprés. Más adelante, su aparejo se elevó a tres palos de gran altura con velas cuadradas a las que se añadió una vela de cangreja en el palo de Mesana. Iban armadas con una sola batería en el puente de cubierta, oscilando su potencia de fuego entre las 16 y las 26 piezas. En realidad eran pequeñas fragatas a las que se les dotó de mayor superficie en el velamen. Existían dos clases, la corbeta y la corbeta ligera y ésta última derivó, con el transcurso del tiempo, hacía el aparejo de una sola vela, siendo el origen del denominado Cúter. Su misión básica era el reconocimiento, escolta, transmisión de órdenes y el corso.

• Bergantín. Se caracterizaba por su alta arboladura y su gran superficie vélica; el bergantín era un barco rápido y manejable, al que se dotaba con catorce a dieciséis cañones, siendo utilizado como aviso o corsario. El bergantín aparejaba velas cuadradas en sus dos mástiles, con una cangreja en el palo mayor, también llevaba velas de estay, foque y cebadera en el bauprés. Como novedad presentaba grandes orificios en la parte inferior de las velas para que el agua desapareciese rápidamente de su superficie.

• Goleta. Al lado del bergantín hemos de situar a la goleta. Las misiones encomendadas a la goleta eran las mismas que las del bergantín. Su diferencia básica era el tipo de arboladura y aparejo. Mientras el bergantín aparejaba velas cuadradas, la goleta las llevaba de cuchillo. Más adelante, los aparejos de estos navíos se combinaron dando lugar a subclasificaciones como el bergantín-goleta (que aparejaba velas cuadradas en el palo de mesana, y velas de cuchilla en los restantes), la goleta de gavia (con velas de cuchillo en todos los palos , salvo una vela cuadrada en la gavia de mesana), goletas mixtas (con velas de cuchillo y cuadradas en todos sus mástiles)

• Knarr. Esta pequeña nave era un medio de transporte de carga muy común en el norte, en las regiones más frías. Tiene de 15 a 20 metros de largo por 5 a 6 de ancho. Posee un solo mástil y una vela cuadrada. En momentos de poco viento, unos cuantos remos a proa y popa pueden proporcionar más energía. La tripulación oscila entre 8 y 14 hombres. La capacidad de carga es pequeña, y se sitúa entre 10 y 50 toneladas. La nave, sin embargo, es relativamente marinera y puede ser utilizada para efectuar largos viajes por mar (aunque no puede ser considerada confortable). Su fondo plano la hace útil para remontar ríos y estuarios, y puede ser varada fácilmente en ]as playas.

Medianos.
Tenemos naves como las Gabarras, Acorazados, Sumergibles, Yates, Carabelas, Jabeques, Currachs, los Bergantines, las Fragatas y las Faluchas piratas entre otros. Estos barcos son más grandes y robustos pudiendo transportar entre 400 y 1400 toneladas de carga. Tienden a ser bajeles más lentos, aunque excepcionalmente aparecen algunos muy veloces. Tienen un calado mayor que les impide surcar aguas poco profundas.

• Gabarra. Una gabarra es una barca rectangular, de fondo plano, diseñada para transportar cargamentos por vías fluviales del interior. Las gabarras suelen ser muy sencillas. Las más grandes suelen tener un lugar cerrado, como una pequeña caseta, en uno de los extremos con camastros, una mesa y varias sillas en su interior. Las gabarras más pequeñas en aguas relativamente poco profundas son impulsadas normalmente por remeros con pértigas.

• Acorazado. Los enanos que van a la guerra en alta mar se sienten desprotegidos tras los débiles cascos de madera. Por lo tanto, los constructores de barcos enanos han desarrollado los acorazados, un navío de guerra cubierto de planchas de hierro que ofrece una silueta achaparrada en el agua y está erizado de balistas. Los acorazados son temidos por los comandantes navales, y con razón. Las dotaciones de las balistas pueden disparar desde detrás de los postigos de hierro, quebrando los cascos de las naves ordinarias sin miedo a su respuesta. Los remeros trabajan por equipos, girando gigantescos cigüeñales para impulsar la nave.

• Sumergible gnomo. Un sumergible puede viajar por las profundidades del océano, ascendiendo y descendiendo mediante el uso de un complejo sistema de aletas de inmersión y bolsas de aire. Puede permanecer sumergido durante 24 horas seguidas, tras las cuales necesita 30 minutos en la superfície para recargar las reservas de aire. La nave está sellada por completo y sólo queda disponible una pequeña cubierta cuando la nave está en la superfície. Una esclusa de aure permite el acceso al mundo submarino cuando la nave está sumergida. Grandes hélices, accionadas por equipos de gnomos, propulsan el sumergible.

• Yate. Esta nave es el buque de recreo de la realeza y los mercaderes extremadamente ricos. La mayoría de la zona de bodegas se ha habilitado como opulentos camarotes, y la cubierta y el punete se mantienen tan despejados como sea posible para que el propietario pueda pasear a placer. Todo el barco es de la mejor calidad, desde el mástil hasta los pernos.

• Carabela. Normalmente tienen dos o tres mástiles y velas cuadradas. No se utilizan remos. La carabela típica mide 20 metros de largo por 6 de ancho. La tripulación normal es de 30 a 40 hombres. El desplazamiento de carga medio es de 150 a 200 toneladas. Al principio se denominaba carabela a pequeños barcos de pesca o comercio de cabotaje dotados de velas y remos que hacían las rutas cortas. El paso de esta clase de barcos a las carabelas que afrontaron los peligros de la navegación más larga y en mares abiertos y océnaos fue gradual. Posteriormente era un barco de casco redondeado, de 25 a 50 toneladas y dotado de puentes en las unidades mayores. El aparejo inicial solía ser de velas latinas aunque, más tarde, se aplicaron también velas cuadradas. La técnica constructiva era la del tablazón superpuesto, alineados borde con borde. En la construcción de la carabela se aplicaba la regla 3:2:1, esto es, que la eslora era tres veces el calado de buque y dos veces la manga. Más adelante comienza la era de oro de la carabela alcanzando las 200 toneladas y experimentando una evolución en la superestructura que montaba ya castillo de proa y alcázar en la popa donde se instalaron los cañones que comenzaban a generalizarse en las flotas de guerra. En esta época se refuerzan las diferencias entre la carabela latina, con velas triangulares y sin castillo de proa, y la carabela de velas cuadradas con ambos castillos y velas cuadradas. Es en esta época cuando algunas carabelas comienzan a montar un cuarto palo. Era un barco apto para navegar de bolina y en zonas de bajíos por su excelente maniobrabilidad. La carabela presentaba, no obstante, algunos inconvenientes. El frágil casco de las carabelas sufría constantes averías, especialmente en la arboladura, cuyos mástiles o vergas se quebraban con relativa facilidad y las juntas del casco se abrían con cierta frecuencia provocando filtraciones de agua de bastante importancia por lo que, en muchos casos, eran desmantelados nada más llegar a puerto después de largas navegaciones, al ser casi imposible repararlos.

• Currach. Este barco, llamado también curragh, es una embarcación muy primitiva. Está hecho de tiras de cuero grueso tensadas sobre un armazón de madera y caña. Un solo mástil sostiene una pequeña vela cuadrada, pero casi siempre es manejado mediante remos. Normalmente tiene de 6 a 10 metros de largo. La tripulación suele ser de unos 6 a 8 hombres y el espacio de carga es limitado..., no más de 5 toneladas.

• Jabeque. Como perfeccionamiento del dromón y de la galera, surge el jabeque. Este navío fue adoptado por los corsarios en sus incursiones contra las costas y la navegación. Inicialmente el jabeque era propulsado por remos y velas, aunque era la vela el sistema preferido de navegación, empleando los remos únicamente para maniobras de puerto o en caso de calma chicha. Posteriormente modifican la estructura del jabeque suprimiendo los remos dando lugar a un buque de casco alargado, fácil de maniobrar y de poco calado, con tres mástiles que llevaban como aparejo velas latinas o triangulares. Lo más característico era la inclinación hacia delante del palo de trinquete. Su velocidad, unida a la artillería que empezaron a montar, lo hacían temible en sus incursiones corsarias. La artillería solía ser de unos 20 cañones en una batería descubierta sobre la cubierta. La táctica era adentrarse con una flotilla variable, entre 6 y 20 jabeques, en aguas costeras, desembarcar en las inmediaciones de un puerto indefenso, ocuparlo y saquearlo y retirarse rápidamente, antes de que las flotas de galeras de defensa costera pudieran interceptarlos. También eran muy frecuentes los ataques al tráfico mercante.

Grandes.
Aquí se encuentran las más poderosos e imponentes buques de todos, entre los que se cuentan el Galeón, los Drakkar, las grandes Galeras, Dromonas y los Veleros. Son las naves más grandes que surcan los mares, pudiendo transportar entre 500 y 2000 toneladas de carga. Son los bajeles más lentos y de mayor calado siendo superados en maniobrabilidad por sus contrapartidas menores.

• Drakkar. El más grande de los navíos del norte es conocido como drakkar o nave dragón. Construido para la guerra, alcanza hasta los 30 metros de largo. Aunque sólo puede alzarse un único mástil, los remos proporcionan su fuente principal de energía. La tripulación es de 60 a 80 remeros, cada hombre a un remo. Puede transportar hasta 160 hombres adicionales para incursiones y abordajes. Debido a su gran tamaño, el drakkar no es muy marinero. Esto y el hecho de que no hay espacio a bordo para muchas provisiones (ciertamente no las suficientes para 240 hombres) ni para dormir mantiene siempre al drakkar cerca de la costa, a la que puede acercarse para pernoctar. Debido a su coste y a su uso limitado, el drakkar es construido normalmente por reyes y gobernantes y no es utilizado para la tarea mundana de transportar carga.

• Galeón. Es la más grande y más avanzada nave de vela. Es una nave impulsada por velas, con tres o cuatro mástiles. Normalmente tiene tres cubiertas centrales (que recorren toda la longitud de la nave), mientras que los castillos de proa o popa tienen dos cubiertas. El tamaño medio es de unos 40 metros de largo y 10 de ancho. La tripulación media es de unos 130 hombres. Aunque la capacidad de carga es de unas 500 toneladas, los galeones son usados principalmente como naves de guerra. Pueden llevar fácilmente un número de hombres igual a su tonelaje, lo cual hace que la captura por piratas sea casi imposible.

• Carraca o Nao. La Carraca hizo su aparición como evolución de la coca, un tipo de barco más robusto y grande para comerciar y proteger las rutas comerciales. El casco tenía un castillo de proa que, a diferencia de la coca, no era una estructura superpuesta al casco, sino que formaba parte de él integrándose perfectamente y que no sobresalía por los costados. Tenía mayor altura que los castillos anteriores y, en muchas ocasiones, podían colocarse varios puentes superpuestos. La misma estructura era aplicada al Alcázar de popa compuesto de dos o más puentes llamados alcazarillos, englobados en la estructura de la nave, donde se instaron inicialmente los cañones. Las carracas tenían un casco ligeramente más redondeado que las cocas e incorporaron por primera vez los tres palos. El trinquete y el mayor con velas cuadradas (inicialmente una cada palo) y el mesana una vela triangular. En las carracas más evolucionadas se añadió un cuarto palo a popa llamado contramesana con velas latinas. A medida que transcurrieron los años el velamen se complicó añadiendo nuevas velas cuadradas a los dos primeros palos. Esta estructura vélica dificultaba la navegación con viento de bolina pero facilitaba la de viento de través y de popa. En estas naves se introdujo también una innovación en la disposición de la artillería. Por primera vez se abrieron las portas en los puentes los que permitía la instalación de los cañones en batería, uno al lado de otro, aumentando el poder de la andanada. Esta solución fue empleada luego en los barcos de guerra como las últimas carabelas, los galeones, y los navíos de línea.

• Drómona. Esta nave , aunque alardea de uno o dos mástiles y velas triangulares, su principal fuente de energía procede de los 100 remos, 50 a cada lado. Esos remos se hallan repartidos en una hilera superior y otra inferior, con un hombre por remo en la inferior y tres en la superior. Así, la tripulación total es de unos 200 hombres. La drómona tiene de 40 a 50 metros de largo por 5 de ancho, lo cual la convierte en una nave muy esbelta. Su capacidad de carga es de unas 70 a 100 toneladas. La drómona puede usarse tanto para carga como para la guerra. Como nave de guerra, un ariete se proyecta de su parte delantera, justo por encima de la línea de flotación. Lleva castillos en la proa, popa y en el centro como plataformas de lanzamiento de proyectiles. El espacio de carga es ocupado entonces por los marinos. Con tal número de hombres, se convierte en una nave muy peligrosa de atacar. Una drómona no es una embarcación muy marinera, sin embargo, y normalmente navega a la vista de la costa. Ancla junto a las playas por la noche como todas las galeras, puesto que las provisiones y el sitio para dormir son muy limitados.

• Galera. La Galera, a diferencia de los trirremes, tiene su casco más alargado y ligero e iba provisto de castillo de proa y el alcázar en la popa donde se alojaban los oficiales. Su movimiento estaba asegurado por mástiles con aparejo latino, en periodos de viento, y por la fuerza de los remeros, llamados galeotes, durante los periodos de falta de viento y, especialmente, durante las batallas. En éstas, la galera se comportaba como una plataforma de combate que era prolongación del combate terrestre. Cuando las galeras quedaban trabadas, la infantería saltaba al abordaje de la nave contraria. Este fue el origen de la infantería de marina. Puesta de manifiesto la inferioridad de las galeras frente a la artillería, se dotó a estos navíos de pequeñas piezas artilleras situadas a proa.

• Gran Galera. La gran galera es una versión mejorada de la drómona. Es ligeramente más pequeña que la drómona, unos 40 metros de largo por 6 de ancho. Su principal fuente de energía procede de 140 remeros, un hombre en cada remo, pero está suplementada por tres mástiles; esta combinación le proporciona más rapidez y mejor manejo. La capacidad de carga es de 150 toneladas. Cuando está aparejada como nave de guerra, la parte frontal tiene forma de ariete y lleva marineros en vez de carga. Como todas las galeras, la gran galera es una nave costera, que raras veces se aventura en mar abierto. No es marinera en medio de una tormenta fuerte, de modo que prefiere aguardar en puerto hasta que ésta pase.

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