jueves, 25 de enero de 2007

Monturas (II). Caballos

Los caballos y ponis tienen un papel importante en muchas narraciones de corte fantástico. Desafortunadamente, son tratados con demasiada frecuencia como poco más que motocicletas de cuatro patas que transportan personajes de un lugar a otro, y se ignoran el resto de aspectos relacionados con ellos. Tal vez esto es debido a que la experiencia directa con caballos es cada vez menos frecuente hoy día. Incluso en El Hobbit, los ponis de los enanos y el de Bilbo son tratados de esta manera. En El Señor de los Anillos, sin embargo, de cada caballo o poni usado por un personaje importante sabemos el nombre y tenemos una breve descripción.
Este artículo es un intento de ayudar a los narradores a usar estas monturas de una forma más realista, describiendo los tipos de caballos más importantes que podemos encontrar en el extenso mundo de los Reinos Brillantes.

• Caballos. Los caballos son grandes cuadrúpedos utilizados para el transporte o como animales de carga o tiro por las razas humanas y semihumanas. Se crían con frecuencia por su velocidad y su belleza.
El caballo tiene una gama de colores muy extensa (blanco en su totalidad, gris, castaño, bayo, negro, tonos rojizos,...) y su pelaje puede ser una combinación de estos colores. Entre las variedades más interesantes se incluye el moteado (con grandes e irregulares macnahs blancas), el palomino (con un manto amarillo dorado y blanco en la crin y en la cola) y el gris moteado (con un manto oscuro y manchas más claras en el pecho, vientre y cuartos traseros).
Además del color del manto, el caballo puede presentar diversas marcas. El pelo largo de la crn y la cola puede ser más claro, más oscuro o del mismo color que el resto del pelaje. Entre las posibles marcas se incluyen los calcetines (pelo de color blanco de la pezuña al jarrete), el hocico blanco, una mancha blanca alargada desde la parte superior de la cabeza hasta la punta del hocico y finalmente una estrella o mancha con forma de diamante en la frente del animal.
El periodo de gestación de un caballo es de 11 meses y las yeguas normalmente dan a luz una sola cría. El potro es destetado a los seis meses, es considerado joven hasta los dos o tres años y llega a adulto a los cinco. Viven entre 20 o 25 años, aunque alcanzan hasta los 50 en alguna ocasión. Los caballos de carga y trabajos pesados rara vez pasan de los 12 años.
Los caballos más comunes se mueven por los prados y llanuras templadas. Las especies domésticas se encuentran en cualquier zona habitada.

• Caballos de tiro. Los caballos de tiro son animales grandes, criados para tirar de cargas muy pesadas y son a menudo entrenados para formar parte de equipos de tiro. Estos animales, aunque son lentos, poseen una fuerte musculatura que les permite transportar pesadas cargas durante largas distancias sin flaquear, por lo que son muy usados por los mercaderes.

• Caballos de monta. Los caballos de este tipo se crían y preparan para ser ensillados. Son los más comunes de la especie, pues son utilizados para montar, trabajar y competir en carreras. El precio de estos ejemplares varía según su linaje, el adiestramiento y su aspecto. Rápidos y ágiles, estos caballos son una buena elección para el transporte de personal y uso general.

• Caballos de Guerra. Esta variedad se cría y adiestra para que el jinete pueda luchar y combatir. Son caballos grandes y bien entrenados para la batalla que no tienen problemas en enzarzarse en un combate y que han sido adiestrados para luchar en el campo de batalla. No son asustadizos ante los movimientos repentinos o los sonidos fuertes. Son lo mejor de su especie, fuertes y agresivos, no suelen estar preparados para la guerra hasta los tres años. Los hay de pesados, medios y ligeros.

• Caballos robustos. Pesados, musculosos y pacientes, con patas algo cortas, pero con una gran potencia muscular son muy resistentes a climas desfavorables, sobre todo cálidos. Son usados para todo tipo de tiro en las pacíficas tierras agrícolas del sur. Son excepcionalmente fáciles de domar y manejar. Algo lentos, aguantan largas jornadas de trabajo.

• Corceles Élficos. Son animales sumamente elegantes, pero en la batalla poseen un temperamento muy fiero puesto que la mayoría de monturas élficas han sido adiestradas para luchar en el campo de batalla. Se rumorea que incluso los mismísimos Elfos Oscuros crían estos delicados animales, a su manera. Por lo general, los Corceles de los Altos Elfos son grises y blancos, los de los Elfos Silvanos, pardos y blancos y los de los Drows, negros como el azabache (no confundir con la pereversión conocida como caballos negros). Son muy escasos, jamás se venden y eligen a sus jinetes.

• Caballos blancos de Ártica. Los caballos de los habitantes de los hielos difieren de muchas maneras sutiles pero importantes de sus parientes. Primero, están cubiertos de un espeso pelaje blanco o plateado salpicado de gris, que les cubre todo el cuerpo salvo los cascos y la cabeza. Nunca se les ven grandes manchas (de la clase que llevan los caballos llamados "Pintados", "Píos", o "Pintos"). Segundo, estos caballos prefieren vivir en zonas frías, más que en las praderas de las zonas cálidas, que son el hogar de la mayoría de los caballos. Tercero, los caballos blancos son más inteligentes que la mayoría de los caballos. No hay necesidad de subirse a ellos con un freno o una brida, porque son lo suficientemente empáticos y perceptivos para recibir las instrucciones de sus jinetes sin esos toscos utensilios. Aunque un caballo blanco puede consentir en llevar una silla de montar para ayudar a un jinete enfermo o inválido, la mayoría de los jinetes no lo hacen. Finalmente, los caballos blancos permanecen firmes frente a los peligros que aterrorizarían a la mayoría de los caballos. Son bravos incluso frente a horrores sobrenaturales como los trolls y los muertos vivientes.

• Caballos Negros. Los elfos oscuros han doblegado a los caballos para sus viles propósitos, como lo hicieron antaño las fuerzas del mal con los elfos para crear a los orcos. Originalmente los elfos oscuros montaban sobre caballos negros, a los que había acostumbrado desde potros a vivir rodeados de criaturas malignas y a provocar el dolor y el tormento desde una edad temprana. En ocasiones, algunas de estas bestias fueron además fortalecidas con sortilegios y pociones, lo que les convirtió en veloces, incansables, y no temían a las cosas que aterrorizarían a un corcel normal.
Los elfos oscuros fueron incapaces de engendrar una raza de caballos forjados a su voluntad pero, sin embargo, había tenido éxito dando forma a algunos de los potros robados. Estas desafortunadas criaturas estaban aumentadas y fortalecidas, armadas con dientes carnívoros, fogosidad, ojos rojos para ver en la noche, y un aliento llameante y humeante. Sus caras parecían calaveras, y sus cascos eran como hierro pulido. Eran los caballos negros, unas criaturas escasas en número que sirven en la batalla a los señores más importantes de los oscuros drow.

• Mearas. Los mearas se conocen como los "príncipes de los caballos", corceles maravillosos superiores en inteligencia a los corceles élficos, en resistencia a los pura sangre y en valor a los caballos de guerra. Son de color blanco o gris plateado, y veloces como el viento, de larga vida, incansables y llenos de sabiduría.
No se dejan ni domesticar ni domar y sólo permiten que los reyes y príncipes del linaje los monten. Aunque no pueden hablar, entienden el idioma común, y no necesitan ni silla ni bridas (aunque tolerarían tales utensilios si fuera necesario) puesto que obedecen las órdenes que de palabra les dan sus jinetes.

• Media sangre. El Media sangre es el caballo de monta común. Con una altura hasta la cruz superior al metro y medio, y un peso cercano a la media tonelada, tiene una gama de colores muy variados aunque siempre uniforme, sin manchas ni moteados. Se usa tanto para monta como para tiro ligero y es el más extendido de entre todos los caballos domesticados.

• Ambladores. Caballos ligeros para la marcha habitual y desplazamientos.

• Palafrén. Caballo manso para damas, príncipes o reyes. También llamado así al caballo en el que monta el lacayo que acompaña al caballero.

• Pura sangre de los Reinos Brillantes. Caballos ligeros, veloces y sorprendentemente valientes. Inteligentes y leales con su jinete, son originarios de los Reinos Brillantes, y algunos pocos criadores mantienen pura la raza y no la cruzan con otra especie para preservar intacta las capacidades innatas hereditarias. Destacan por la macha en forma de estrella que lucen en la frente.
Soportan bien el calor y son muy resistentes. En la antiguedad se dice que los utilizaban para cazar unicornios, dada su velocidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece que es verdad que se trata a los caballos en algunos libros solo como medio de transporte.