domingo, 15 de julio de 2007

Razas y criaturas de los Reinos Brillantes (X). Nagas

Las nagas son humanoides reptilianos de origen quasidivino (se dice que forman la comitiva de la serpiente mítica Sesha, la de las mil cabezas), con cuerpo de serpiente y torso y cabeza humanos. La mayoría de estas criaturas son hembras, y los pocos machos que existen son devorados tras la copulación reproductiva. Son seres de sangre fría que poseen relucientes escamas de colores, y ojos grandes y brillantes, pueden ver perfectamente en la oscuridad (como los elfos o los enanos) y que pueden llegar a medir de 3 a 6 metros (las hembras son mucho mayores que los machos, cuyos ejemplares más grandes no alcanzan jamás más de dos metros y medio de longitud). No deben confundirse con los yuan-ti, una raza reptiliana de aspecto físico similar pero con una sociedad mucho más compleja y evolucionada aunque menor capacidad mágica.
Y es que las nagas, a diferencia de la mayoría de razas reptilianas, tienen grandes capacidades mágicas, habilidades innatas con las artes arcanas nacidas de su origen divino. Estas les permiten, por ejemplo, generar a su alrededor, y de forma permanente, una áurea protectora (un escudo místico invisible) que provoca un encantamiento muy poderoso sobre aquellos que se encuentran dentro de su radio de acción. Esta cualidad, que induce sobre sus potenciales enemigos confusión, somnolencia, debilidad y distracción, hace de las nagas criaturas muy poderosas (y peligrosas) que pueden someter a sus enemigos o víctimas sin necesidad de recurrir a la violencia.
La nagas son enormemente inteligentes, sabias y pacientes (incluso son capaces de pasar horas inmóviles vigilando a un enemigo). Además, descansan en un estado semiconsciente por lo que difícilmente se las puede sorprender.

En los Reinos Brillantes existen varios tipos conocidos de nagas:

• La Naga Acuática es una criatura de color verde esmeralda, con escamas de color marrón y ojos verdes. Suele habitar en aguas dulces de regiones cálidas. Son pacíficas, y rara vez atacan a no ser que se vean amenazadas.

• La Naga Guardiana posee un aroma floral característico, ojos dorados y escamas de tonos verdes y dorados. Suele proteger templos y lugares sagrados, ubicaciones de los Reinos Brillantes con significativas huellas de origen divino, centros religiosos de importancia que deben ser protegidos y preservados de la corrupción, de los intrusos, de los cazadores de tesoros y, en conclusión, de cualquier persona o criatura ajena al culto del lugar. La naga guardiana, vinculada como protectora del lugar por mandato divino, cumple su labor con esmero y es implacable en su cometido. Pese a ello, es una criatura de naturaleza noble, por lo que suele avisar a los intrusos antes de atacar, intenta convencer a los enemigos para que se retiren e incluso los entierra después de la batalla. Es capaz de escupir veneno, aunque también puede usar la mordedura y la constricción de su cola.

• La Naga Negra posee los rasgos faciales más humanoides de todas las nagas. Tiene pelo y ojos castaños y sus escamas son negras y rojas. Son perversas y causan daño a cualquier ser que se encuentran, y a menudo, sin avisar. Estas nagas no son lo suficientemente fuertes como para ejercer la constricción, pero poseen una mirada capaz de paralizar (como las gorgonas). Se recomienda no acercarse a ellas, pues son malvadas y tienen la oscuridad anidando en sus almas y jamás dudarán en atacar si creen que son más poderosas que su rival.

• La Naga Pétrea es una naga que ha decidido retirarse del mundo y, por voluntad propia, ha convertido su cuerpo físico en piedra. Mientras, su alma y su espíritu han retornado a los mundos divinos de donde proceden. El cuerpo físico pétreo suele reposar en algún templo dedicado a los cultos reptilianos y está custodiado por nagas guardianas, pues los ojos de las Nagas petrificadas se convierten en valiosas gemas que los aventureros buscan con ahínco.

• La Naga Espíritu es una naga que ha dedicado su tiempo al estudio y al desarrollo de sus innatas habilidades mágicas más allá de su limitación semidivina. Para evitar la muerte del cuerpo y la necesidad de retornar en espíritu a las moradas divinas, las Nagas Espíritu han alcanzado el estado de vida más allá de la muerte de su cuerpo. Sus cuerpos reptilianos se convierten en cadáveres putrefactos, esqueléticos y demacrados cuya estirada piel marchita cubre unos huesos horriblemente visibles pero se aseguran la inmortalidad. Casi como los liches de las razas humanoides, estas criaturas son maquinadoras y dementes y anhelan obtener un poder cada vez mayor, pues la sombra de la muerte del cuerpo no les acecha y suelen concebir planes a largo término, años, décadas o incluso siglos en llevar a cabo.
La Naga elemental es una singular variante de la Naga Espíritu, una naga que ha alcanzado un conocimiento de la magia elemental tan grande que toma el aspecto de uno de los cuatro elementos principales de los Reinos Brillantes (agua, tierra, aire o fuego) y permanece en ese estado de forma permanente.

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