Armas (VII). Flechas

Una flecha es un proyectil que se dispara con un arco y está compuesta por una punta, un astil, un emplumado y un nock en el otro lado.
El astil suele ser de madera sólida, y aunque son propensas a doblarse no se ha encontrado una alternativa más adecuada para las flechas (el hueso, por ejemplo, es muy quebradizo).
La punta de la flecha es una parte muy funcional y juega un importante rol en su objetivo. Algunas flechas simplemente usan la punta afilada de la misma flecha, pero es más común usar puntas de flecha separadas, generalmente de metal, cuerno, hueso u otro material duro. Todas las puntas se emplean muy bien engrasadas (grasa de buey, de oca,..), aceitadas o enceradas para aumentar su poder de penetración (y no tanto para impedir su oxidación, ya que de cara al enemigo es más peligrosa una herida con un objeto o filo oxidado).
Para el emplumado se usan las tradicionales plumas de ave, aunque también se ha probado con materiales rígidos llamados vanes. Se colocan cerca del nock, al final de la flecha, fijados con nervios y tendones. El enflechamiento se reparte equitativamente alrededor del vástago, colocando cada pluma en su perpendicular y, respecto a la cuerda del arco, colocando una pluma hacia el exterior del arco, y las otras dos, una hacia arriba y otra hacia abajo. La exterior se llama pluma gallo o índice. Tres plumas son lo habitual, aunque se pueden utilizar más. A veces, las plumas se colocan en un ángulo ligero lo que introduce una pluma que hace girar y estabilizar la flecha en el vuelo. Las flechas sobredimensionadas pueden acentuar la parábola del vuelo y por tanto limitar el alcance de la flecha bastante (llamadas flu-flus).

Es importante diferenciar entre las flechas y otros proyectiles similares como el dardo (una flecha pequeña de longitud máxima de un palmo y de muy diversos grosores), la saeta (sinónimo de la flecha, define al proyectil compuesto de un asta delgada con una punta afilada en uno de sus extremos y en el opuesto algunas plumas cortas que sirven para que mantenga la dirección al ser disparada) y el virote (especie de saeta guarnecida con un casquillo, y que habitualmente designa a los proyectiles usados con ballestas).

Puntas de flecha.
Las puntas de las flechas de los Reinos Brillantes básicamente se podrían dividir en función de su utilidad y su eficiencia (distancia, fuerza y penetración). Así:

• Las puntas Bodkin.
Principalmente se utilizaban para perforar las armaduras y tienen una gran variedad de formas y medidas. Por ejemplo, la bodkin de aguja toma una forma delgada y larga, diseñada para penetrar en las cotas de malla, y también hay referencias sobre puntas bodkin de aguja huecas, probablemente para aligerar algo su peso.
Son comunes las formas cónicas, estriadas, cuadradas y triangulares y no son utilizadas generalmente para la caza, ya que están diseñadas para perforar la armadura y a quién la lleva puesta, y no para inmovilizar una presa de caza.

• Las Puntas Broadhead.
Se caracterizan por un perfil amplio y plano, con las superficies largas del corte pensadas para rebanar y cortar a través de la carne. Las broadhead también son utilizadas para cazar animales grandes como verracos, ciervos y alces.
Hay puntas Broadhead "de púas o alas", de modo que una vez que la flecha penetra, y con el movimiento de la presa, causa el corte de tejidos continuo . Cuando se trata de quitar una broadhead de púas, uno tiene que romper el vástago y la parte de las plumas y para empujar la flecha a través del cuerpo o el miembro para reducir el desgarro de los tejidos al intentar sacarla en la misma dirección en la que entró, por el efecto arpón de sus púas o alas de la punta.

• Las Puntas Barbedhead.
Las alas o púas de las Broadhead, más largas y curvadas, dan lugar a las Barbedhead. Aumenta la superficie de corte, vuelan bien (ya que sus alas ejercen un amplio plano de sustentación) y la gran superficie de filo curvada corta más fácilmente el músculo y la carne (lo que permite causar más sangría y inmovilidad o bloquear a las presas).
Se utilizan mucho contra caballos, para reducir seriamente la ventaja montada de los caballeros en combate, lanzando los proyectiles a las patas de los animales, dañarlas tanto como fuera posible y lanzar a los caballos a un pánico salvaje, para pisotear a las tropas circundantes y derivar a su jinete que quedaría posiblemente bloqueado por su armadura y equipo.
Una variante es la swallawtaill (colas de golondrina), de filos más largos para distancias de 180 metros.

• Las Puntas Horse Gallinghead.
La cabeza bifurcada está formada por dos puntas extendidas hacia adelante, con el interior de la cabeza formado por una superficie afilada y de corte. Su uso incluye la navegación, para el corte de los aparejos y cabos de cuerda de las naves rivales. También se utilizan para la caza al vuelo de pájaros de pequeño tamaño, y contra caballos, para infligir dolor en las bestias al producirles una doble herida, con la esperanza de que lancen al jinete al encabritarse.

• Las Puntas Chiselhead.
Con forma de cincel, se emplean para penetrar en las armaduras de cuero.

• Las Puntas Fireboxhead.
Las puntas fireboxhead son las más utilizadas para las flechas incendiarias, siendo quizás más importante el material inflamable o ardiente que arrastraban que la punta en si misma (lana, lino, hierba seca,...) empapados en aceite. Incluyen una pequeña jaula que permite colocar lino o lana empapado en resina y a menudo se lanzan sin arder, calentándolas hasta estar candentes y al lanzarlas y clavarse en las maderas de los tejados o paredes, provocar que la madera seca comience a arder.

Tipo de enmangue o sujeción al astil.
• Por aguijón o punzón, que se clavaba en el astil de madera estando la punta al rojo, reforzando luego el vástago de madera con hilo del tipo que fuera.

• Por cuchillo, donde la punta termina en una superficie plana que se introduce en el astil (como mango de un cuchillo), se refuerza el astil con hilo.

• Por inserción, donde el astil se introduce en el propio cuerpo de la punta.

Otros proyectiles.
Así, completando las flechas mencionadas en el artículo Armas (III) (la flecha atronadora, la flecha de alquimista, la flecha de aviso, la flecha de fajo, la flecha de señales, la flecha de vuelo, la flecha embolada y la flecha roma), presentamos un listado de proyectiles complementario a los anteriores...

• Saeta triangular o de caza.
Con ángulo muy abierto, la saeta triangular o de caza resulta del todo inadecuada para la guerra ya que dada su forma, las puntas no pueden penetrar a través de las mallas de las cotas.

• Saeta de hoja o clásica.
Con bordes muy afilados, pesa entre 15 (ligera, con menor poder de penetración) y 45 gramos.

• Saeta de punzón.
De varias caras, está diseñada para repeler cargas de caballeros, y poder perforar una armadura gruesa desde una distancia de unos 50 metros.

• Saeta Ganchuda.
Su punta está provista, por su parte inferior, de dos ganchos que dificultan su extracción.

• Flechas incendiarias.
Llevan una estopa enrollada, humedecida con aceite o petróleo, a la que se prende fuego antes de lanzarla.

• Virote palomero.
El de ballesta, más largo que el común y con una virola de hierro en la cabeza.

• Virote matras.
Utilizado únicamente en la caza, es un virote con la cabeza más ensanchada.

• Virote clásico u ordinario.
Flecha maciza muy corta cuya punta de hierro tiene una forma semejante a un cuadrado. Mide entre 15 y 30cm. y pesa, por término medio, de 50 a 60 gramos.

• Flecha sureña.
Flechas con el asta de madera y la punta de bronce, generalmente de forma triangular, con tres plumas para estabilizar el movimiento al arma. En las tierras cálidas del sur se usan de flechas con puntas de madera o de pequeños dardos con triple punta de pedernal sujeta al asta por medio de un mástic negro para la caza.

• Flecha de Valira.
La flecha típica del ejército de Valira mide unos 60cm., el asta es de madera muy ligera y la punta metálica, simple o barbada, generalmente, trilobulada. El apéndice de las plumas es idéntico al de las flechas sureñas. El carcaj suele contener de 12 a 20 flechas y los arqueros lo llevan al costado izquierdo guardando también en él algunas veces el arco. Los tiradores acostumbran a hincar en tierra una rodilla.