domingo, 23 de diciembre de 2007

El arte de escribir. El primer capítulo

El inicio es fundamental. Siempre lo es. La importancia de captar la atención del lector desde el principio es esencial para garantizar su fidelidad con la narración y para fijar su interés en lo que contamos. Si el primer capítulo consigue engancharlo nos ganamos, al menos, el beneficio de la duda. Si el primer capítulo no consigue engancharlo se pierde el interés, la implicación emocional don la historia y, a menudo, los lectores considerarán innecesario seguir adelante con un texto que no transmite las emociones que esperaban.
De hecho, si el inicio de la obra no engancha ni siquiera el editor que debe valorar la conveniencia de publicar la narración tolerará invertir el dinero de la editorial para la que trabaja en un producto destinado al trabajo.
Así, ¿cuál es el decálogo que asegura un primer capítulo de nivel?

1. El Tema.
Debemos saber que queremos contar y como hacerlo. Y debemos ser capaces de explicar en dos o tres frases el argumento, el contenido de la narración.

2. La Documentación.
Debemos reunir todos los conocimientos posibles sobre la materia. Debemos conocer todos los detalles relativos a todos los aspectos que envuelven a la historia, aunque luego no los utilicemos en la narración. Debe primar el sentido común.

3. El Género.
Debemos tener claro desde el principio el tono de la historia y el género (o géneros) en la que queremos inscribirla: ¿comedia, negro, aventuras, drama,...? El género incidirá directamente sobre otros múltiples aspectos de la historia, pero debe dejarse claro desde el principio para que ningún lector se confunda.

4. El Golpe.
El primer capítulo debe sorprender. Como ya hemos escrito en algún otro artículo de “El arte de escribir”, debe ser impactante y debe enganchar pero no debemos agotar todos los cartuchos de golpe y no poner un listón demasiado alto que luego no podamos mantener.

5. Los Trucos.
Usar bodas, funerales, batallas, peleas,... como punto de arranque suele ser un buen sistema, trucos de profesionales: meter al personaje principal lejos de su entorno natural y en plena acción.

6. Los Cambios.
Los cambios fundamentalmente responden a la personalidad del personaje principal de la historia y su evolución, su adaptación a los acontecimientos que se van sucediendo suele ir de forma paralela al hilo de la narración. Es por eso que es importante definir el carácter del personaje desde el principio si este se va a ir alterando a lo largo de la historia.

7. Los Personajes.
Siguiendo lo dicho en el punto anterior, los personajes deben desarrollarse con el tiempo, a lo largo de la historia, pero el autor debe dar motivos para que los lectores se “enganchen” al tipo que les va a acompañar durante la narración. No hablamos de caer simpático sino de hacerlo interesante a ojos del lector.

8. El Tono.
Toda la historia debe tener un carácter y un estilo propio que la definan y que la diferencien de cualquier otra historia del mismo género. Adscritos a un género (tal y como hemos dicho en el tercer punto) pero con esos detalles personales que deben percibirse y captarse desde el primer capítulo.

9. El Entorno.
Toda historia se ubica en algún lugar en el tiempo, en el espacio, imaginario o real. El entorno es como el papel que envuelve el regalo: no es esencial para triunfar pero lo cualifica y lo dignifica y es muy importante acertar con él. Género y entorno son el carné de identidad de cualquier narración.

10. La Entrada.
El episodio inicial es, en conclusión, la primera entrada, la muestra, el primer bocado. Debe ser original, pero no expositivo, se deben identificar los personajes, el género, el entorno, el tono, el tema no es esencial aunque uno debe empezar de forma realista y emocionante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin embargo, no tiene que ser el primero que se escriba. Muchos de los grandes escritores o consejeros indican que intentar empezar los libros por el primer capítulo es como decirle al "bloqueo del escritor" eso de "misi misi, ven gatito, ven".

Un saludo.

Noren dijo...

Eso es cierto. Quizás el titulo correcto del artículo debería haber sido "Lo que debe ofrecer al lector el primer capítulo de un libro"... pero se me hacía demasiado largo. :-)