martes, 29 de abril de 2008

Lugares de los Reinos Brillantes (II). El Bosque Verde (I)

Profundo, oscuro y enigmático, el Bosque Verde es el mayor bosque de todos los Reinos Brillantes, dado que ha resistido al hacha de los leñadores durante incontables siglos. El extenso bosque rústico cubre más de 500 millas desde sus límites al sur cerca del Bosque Negro de Yvr, hasta su frontera norte al pie de las colinas que delimitan la frontera de Puerto Losire.
Muchos misterios y rumores abundan en relación a este bosque y los secretos que se ocultan a la sombra de sus árboles. La gente habla de enclaves de druidas, tribus élficas, hordas de ents, dríadas y otras razas de los bosques parecidas. Las más antiguas leyendas de los Reinos Brillantes hablan de ciudades élficas en ruinas entre los árboles y antiguas minas en el interior de los elevados montes en el mismo centro del bosque. La verdad sea dicha, nadie sabe con certeza qué es lo que acecha en el interior de la foresta del bosque, y son pocos en la memoria reciente los que han entrado en el bosque y vuelto para contarlo. Aquellos que viven cerca de sus límites muestran un profundo respeto hacia la foresta, parece que de ella emana alguna fuerza sugestiva que mantiene alejados de la misma a los que buscan explotar sus recursos naturales, como la madera o la caza. Si los poderes que preservan el Bosque Verde son de naturaleza mortal o divina, lo importante es que hay algo en su interior que mantiene alejado de él el irresistible avance de la humanidad. Como resultado, el Bosque Verde permanece como un gran misterio para todos aquellos que no se atreven a penetrar en su interior.

Pobladores del Bosque Verde.
En sus verdes profundidades, el Bosque Verde es el hogar de casi todas las criaturas nativas de los bosques conocidas en los Reinos Brillantes. Tribus dispersas de centauros, dríadas, ents y elfos forman el núcleo de la población del bosque, pero casi cualquier criatura indígena de las tierras boscosas puede ser encontrada en esta región, sean pegasos, grifos, duendes o sátiros. Hay también algunos campamentos aislados de druidas y exploradores humanos, muchos de los cuales son aliados o amigos del Guardián del Bosque o del Gran Árbol. Todas estas criaturas tienen sus propios territorios dentro del bosque. Si no se da una localización específica para un tipo de criatura, se entiende que ésta puede ser hallada en cualquier lugar de la foresta.

Localizaciones.
El Bosque Verde tiene más ciudades perdidas, sitios legendarios y rumores relativos a los mismos que la media de los Reinos Brillantes, debido a que esta tierra ha permanecido relativamente inexplorada y virgen al avance humano durante siglos. La aparente invulnerabilidad del bosque a las hojas de los leñadores ha mantenido muchos lugares secretos mucho tiempo después de que otras ruinas del mismo período situadas en otras zonas hubiesen sido saqueadas. Con el paso de los años, las distintas zonas del Bosque Verde se han ganado nombres alternativos, ya sea por las grandes naciones que yacen bajo su vegetación como por las criaturas y pueblos que habitan en su interior.
Con la excepción del Camino del Pegaso y algunos pequeños senderos situados a lo largo del Camino del Unicornio, no hay otras vías que atraviesen el bosque, algo irrefutable incluso para los mejores exploradores y rastreadores. Los elfos apenas pueden mantener las marcas de los antiguos senderos elfos o los rastros de los monstruos, algo que sólo refleja aún más la dificultad para cualquier explorador u hombre de los bosques de seguir cualquier sendero que no sea uno de los anteriormente citados.

• El Padre de todos los Árboles.
El bosque ha permanecido relativamente inexplorado y virgen al avance de los hombres, elfos y otras razas durante muchas generaciones. Muchos reinos surgieron y cayeron en el olvido, y los antiguos imperios, viejos y caducos, agotados y ya sin ilusiones, se difuminaron hasta desaparecer pero el bosque pervive desde hace incontables siglos en el mismo lugar.
En el centro del bosque, en el corazón de la foresta más grande conocida, en medio de ninguna parte, en un lugar secreto y prohibido, envuelto por la vegetación más verde y frondosa de los Reinos Brillantes se alzaba el Roble. Leyendas y cuentos hablaban de este árbol al que los pocos que conocían llamaban El Padre de Todos los Árboles. Los cuentos decían que en alguna ocasión fue un ent pero la verdad es que este roble milenario que se alzaba a un centenar de metros de altura por encima de las copas de todos sus hijos era algo más parecido a un viejo dios que a un Ent. Y roble protegía este sagrado santuario de la naturaleza.
El Padre de Todos los Árboles, también conocido como el Gran Árbol, es un roble milenario de proporciones monstruosas que se eleva majestuosamente sobre los árboles que le rodean y sus tierras, que alcanzan centenares de leguas a la redonda, son consideradas territorio sagrado por la mayoría de los nativos del bosque. Cuatro robles menores, empequeñecidos por la extensión de las ramas del Gran Árbol, marcan las esquinas de la base de éste, actuando como marcas de límites monolíticas para el círculo interior.
El colosal roble y sus espíritus guardianes protegen todo lo relativo a la naturaleza. Su poder niega cualquier actividad mágica realizada sobre cualquier cosa o persona que se halle dentro de cien yardas alrededor de él, y éste mismo es inmune a cualquier tipo de magia. También evita cualquier conjuro de teletransporte o de apertura de portales en un radio de una milla alrededor de su núcleo central; dichas magias pueden ser utilizadas para alejarse del Gran Árbol, pero cualquier intento de teletransportar o mover de alguna forma mágica al árbol en cuestión no tendrán resultado.
Las protecciones existentes alrededor del Gran Árbol permiten solo a unos pocos elegidos, gentes de bien y de espíritu limpio y puro, aproximarse a él, mientras que los malvados experimentarán sensaciones desagradables cuando intenten acercarse que causarán que decidan tomar otro camino que les conducirá irremediablemente lejos del Padre de Todos los Árboles.
La única criatura invitada a residir permanentemente en el lugar es el Guardián del Bosque. Hoy este puesto lo ocupa el hechicero Noren el Verde, que ha reemplazado recientemente en el puesto al viejo Floresta, que ha optado por el retiro al sentirse demasiado mayor para cumplir de forma adecuada con la responsabilidad. Los intrusos que se atreven a irrumpir en las tierras gobernadas por el Padre de todos los Árboles son echados por el Guardián sin ninguna contemplación, con los pies (o las patas) por delante si es necesario.

• El Bosque Oscuro.
Esta extraña región ondulada situada en el interior del Bosque Verde recibe su nombre debido a una legendaria masacre de elfos que hizo enrojecer todo el territorio circundante. Este relato épico puede encontrarse hasta en las vetustas historias, aunque la gente tiene otras razones de peso para denominar este lugar como un sitio oscuro y horrendo. Desde siempre se ha tratado de un área dominada por una magia inexplicable de efectos alocados y siempre en expansión.
Durante su expansión, los límites del Bosque Oscuro quedaron marcados por árboles negros petrificados; ahora esos límites están delineados por un anillo de esos mismos árboles negros, antiguos robles oscurecidos totalmente (tronco y hojas) por algún tipo de extraña magia.
El terreno que forma esta parte de la foresta consiste en colinas irregulares y maleza. El terreno sólo tiene un cambio de interés, con una colina aislada de piedra roja que surge elevándose sobre la foresta que la rodea; se trata de una marca de la localización de las ruinas abandonadas de un antiguo puesto de vigilancia.
El clima en esta parte del bosque no se asemeja al que hay fuera del área, siendo extremadamente mágico.
Criaturas extinguidas tiempo atrás en otras zonas pueden ser encontradas aquí en abundancia, aunque morirán si son forzadas a abandonar los límites de este bosque. Los lugares de magia salvaje son casi comunes en esta zona, apareciendo aleatoriamente y desapareciendo con la misma facilidad. Unos pocos druidas han informado sobre la existencia de una vegetación rara y exclusiva en el interior del bosque, mientras que algunos exploradores han visto criaturas de los bosques gigantes alteradas mágicamente emergiendo del bosque y permaneciendo en ese estado.

• Narleal.
Narleal es una civilización perdida que cayó tiempo atrás bajo las espadas de los orcos. Situada a lo largo de las orillas del río Verde, que cruza el bosque de este a oeste, los antiguos elfos construyeron un reino incomparable al este del Gran Bosque, llamado Narleal. Sus obras fueron raras pero maravillosas, quedando únicamente los ecos de las antiguas y bellas canciones para dar constancia de esa maravillosa civilización. Muchos bardos son de la opinión de que encontrar una canción auténtica compuesta en Narleal es más provechoso que conseguir el propio peso de uno en el mithril más puro.
Narleal y sus asentamientos secundarios fueron abandonados cuando la ciudad cayó bajo el ataque de las hordas de orcos, convirtiéndose este lugar en una ruina.
Aún hoy existen en pie algunas construcciones y lugares que pertenecieron a esta civilización, pero sólo están al alcance de quien sabe dónde ir a buscarlos.
A un día y medio de viaje en dirección oeste desde el fin occidental del Camino del Pegaso se encuentran las ruinas medio enterradas por la vegetación de la perdida ciudad. Varios artefactos y tesoros, así como diversas estatuas y grabados se esparcen por toda esta zona del Bosque Verde, recordando constantemente a los moradores del bosque lo que en otro tiempo se levantó bajo sus pies.

• La Posada de la Compañía Verde.
Allí donde mueren las yermas tierras de la Llanura de Yvr y empieza la exhuberancia del Bosque Verde, allí donde el viento seco del sur se encuentra con las frías y húmedas corrientes de aire del norte, junto al cruce de dos pequeños caminos secundarios sin importancia, se levanta una pequeña construcción de una sola planta en forma de u, en piedra y madera. Una amplia arcada conduce a un patio en cuyo centro hay un pequeño estanque circular, de aguas plateadas, bordeado por un muro de piedra. De la chimenea de piedra siempre brota una espiral de humo y un tablero de madera con el símbolo de la Compañía Verde se balancea al viento sobre la puerta de entrada.
Tras la puerta principal se oye siempre el ruido, el rumor de las conversaciones, el alboroto, el entrechocar de jarras y, al abrir la puerta, una oleada de risas surge del interior. Allí siempre huele a carne asada, a humo de pipa (o hierbas del dios humeante Panete) y el aroma de la espumeante cerveza de la mejor calidad, llegada desde Puerto Losire, invade la nariz del recién llegado. En la taberna de la Compañía Verde los clientes y amigos, siempre abundantes, pueden estar despiertos toda la noche y nunca cesan las risas y el jolgorio. La animación reina siempre en la sala principal, las canciones, las risas, los aplausos, el sonido de las botellas, los vasos y las jarras no terminan nunca y las camareras van y vienen sin pausa entre las mesas, las sillas y los clientes del local.
La iluminación del salón común procede de un llameante fuego de leña que permanece siempre encendido y que mantiene a raya el frío, pues los faroles que penden de las vigas son débiles y están velados por el humo. Las mesas, las sillas de respaldo alto y los taburetes se agrupan desordenadamente sobre el suelo de piedra cubierto de esteras de esparto. Cuando los ojos se acostumbran a la luz se pueden contemplar los viejos tapices de colores desvaídos y las polvorientas reliquias de viejas aventuras que cuelgan en las paredes, apiñadas entre pinturas viejas, abigarradas y desteñidas. Al fondo del salón una escalera conduce a un lóbrego sótano que se usa como bodega y una puerta entreabierta a uno de los lados que conduce a la cocina. Otra puerta conduce, a través de un largo y estrecho pasillo, a las habitaciones de la posada, limpias y calientes, todas ellas con baño.
Los propietarios del local son un grupo de antiguos aventureros retirados conocidos como La Compañía Verde que, alegres y joviales, los encontrareis siempre reunidos en torno de una mesa, jarra de cerveza en mano, contando sus aventuras, recordando anécdotas y explicando historias.

• Las Cavernas de Horm.
En los límites septentrionales del Bosque Verde, en las tierras quebradas situadas al sur, numerosas cavernas se abren en los riscos y despeñaderos, estando la mayoría de ellas ocultas a la vista.
Sin embargo, un pequeño afluente del rio Verde fluye desde una gran apertura en la cara del risco principal, una cueva que permite la entrada a lo que los exploradores y los nativos conocen como las Cavernas de Horm. Se trata de una serie de complejos de túneles y cavernas que alcanzan una profundidad elevada, hasta el punto de que los elfos de Narleal creían (como lo creen hoy los elfos y centauros del Bosque Verde) que tenía puntos de conexión con los dominios de los señores del inframundo, los Mag'ah, a través de un mítico portal llamado la Puerta de Hierro.
En los días antiguos tras el abandono de Narleal, un dragón verde anciano convirtió la boca de las cavernas en su hogar. Sus huesos cubiertos de musgo decoran hoy la caverna exterior del complejo. Sin embargo, no hay rastro del vasto tesoro que este dragón tuvo que acumular antes de morir hace algunos siglos.

• Las Forestas Lejanas.
En otro tiempo un bosque idílico similar a las partes más espectaculares del Bosque Verde, esta foresta sufrió recientemente la invasión de las hordas de nómadas de Yvr. Su población de ents, duendes, centauros y dríadas abandonó la zona a medida que los invasores procedentes de las llanuras se adentraban en el bosque en busca de lugares más apacibles donde instalarse, en busca de alimentos, caza y madera para su temible y poderosa maquinaria de guerra. Los mismos árboles finalmente se vieron afectados por los nuevos moradores, pasando a estar retorcidos, enfermos y creando en lugar de sombras una oscuridad ciertamente inquietante. Aparte de la vida salvaje básica y de los invasores, ninguna raza inteligente de los bosques permaneció en el área.
Algunos creen que este es el primero de una serie de pasos a seguir por los invasores de Yvr en sus planes para controlar todo el Bosque Verde. Pero mientras que muchos de los habitantes del bosque parecen estar cooperando con los nuevos “amos”, pasarán muchos años antes de que este lugar obtenga el nivel de poder necesario para ser considerado una fuerza a tener en cuenta en la región.

• El Bosque Joven.
El lugar donde el Bosque se encuentra con las Montañas Grises, conocido como el Bosque Joven, se ha convertido en el hogar de los ents y las dríadas que abandonaron las Forestas Lejanas.
Estas tierras duras y agrestes, tierra de nadie durante muchas generaciones, han alcanzado un esplendor sin igual con los cuidados y las atenciones de sus nuevos habitantes. Estos han aprovechado la severa disminución de orcos que ha provocado las recientes incursiones de los enanos del lugar. Algunos líderes centauros han discutido algunos planes relativos al traslado de una parte de su clan a esta zona para expandir su territorio y ayudar a las criaturas del bosque en su labor. Pese a la idea, en la práctica no se ha avanzado gran cosa al respecto. También algunos ents que se hallan actualmente embarcados en la lucha por expulsar a los invasores de Yvr de toda la zona de las Forestas Lejanas se están planteando retirase junto a sus compañeros.

• Las Ruinas.
Perdido su nombre para todo el mundo excepto los más entendidos historiadores, esta fortaleza enana en ruinas fue una vez una ciudad maderera, donde los enanos almacenaban los árboles talados del Bosque Verde para luego desde allí repartirlos por los Reinos Brillantes.
Los túneles de la antigua ciudad enana se adentran en las profundidades conectándose con otros túneles y cavernas en la zona occidental del Bosque Verde. Sus entradas se hallan bloqueadas por rocas, pero es posible encontrar huecos o crear el espacio suficiente para que un individuo pueda penetrar en el interior de este sistema de túneles.

• La Colina.
El lugar es una colina desnivelada y escarpada cubierta de musgo y matorrales cerca de la costa del Mar del Silencio. Rodeando la colina hay un anillo de unos veinte grandes robles. Cualquier no nativo del bosque que se aproxime a la colina se encontrará con que cinco de los árboles que la rodean se revelarán como lo que son verdaderamente, es decir, ents encargados de vigilar el lugar y de evitar que cualquier recién llegado pueda liberar el mal que aún yace bajo la Colina. En realidad la Colina es la prisión de una antigua y malvada criatura que yace enterrada por toda la eternidad.

• Quarse.
En el centro del Bosque Oscuro se encuentran las antiguas ruinas de Quarse. En el pasado unos religiosos emigrantes de Puerto Losire construyeron esta ciudad en la base de una alta loma de piedra rojiza. Como Narleal, Quarse fue abandonada, quedando en ruinas con el paso del tiempo. Tanto el bosque normal como los robles negros petrificados característicos de esta foresta han crecido a lo largo del antiguo emplazamiento, cubriendo sus ruinas. El único edificio que con el paso del tiempo no ha mostrado signos de deterioro ha sido una pirámide de piedra negra de tono enfermizo.

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