Un solo rayo de sol es suficiente para borrar millones de sombras. (San Francisco de Asís)
Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita. (Aristóteles)
Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie. (Lao Tse)
En verdad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las preguntas. (Wayne Dyer)
Lo que no es bueno para el enjambre no es bueno para la abeja. (Marco Aurelio)
El manantial desaprueba casi siempre el itinerario del río. (Jean Cocteau)
La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede. (Aldous Huxley)
Mi granero se ha quemado. Ahora puedo ver la luna. (Masahide)
Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla. (Joseph Joubert)
Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios. (Carlo Dossi)
Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen. (Alfonso X El Sabio)
Es importante mantener una mente abierta, pero no tanto que se te caigan los sesos. (Stephen Kallis Jr.)
Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo. (Jean Paul Sartre)
Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos. (Emile M. Cioran)
Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a sus dioses. (Escritura en la entrada del templo de Delfos, Grecia.)
Haríamos muchas cosas si creyéramos que son muchas menos las imposibles.
Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos. (San Agustín)
Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra. (Helen Keller)
Nada es veneno, todo es veneno: La diferencia está en la dosis. (Paracelso)
Los corazones duros se vencen con súplicas blandas. (Tiberio)
No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles. (Esquilo)
No basta adquirir la sabiduría, es preciso usarla. (Marco Tulio Cicerón)
Los amores son como los imperios, cuando perece la idea sobre la que fueron edificados, perecen también ellos. (Milan Kundera)
Tener todo para ser feliz, no es una razón para serlo. (Jacques Normand)
El hombre es la medida de todas las cosas. (Protágoras)
El té carece de la arrogancia del vino, del individualismo consciente del café y de la inocencia sonriente del cacao.
No se puede descender dos veces por el mismo río, pues cuando desciendo el río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos. (Heráclito de Efeso)
La fuente, que es promesa, el mar sólo la cumple. (Luis Cernuda)
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. (Albert Einstein)
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso. (Lao Tse)
Vemos las cosas como somos, no como son.
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo. (Jaume Perich)
Cuando alguien dice 'teoricamente', quiere decir 'realmente no'. (Dave Parnas)
El que se ahoga no repara en lo que se agarra. (José de San Martin)
Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que todos aquellos grandes que se planean. (George E. Marshall)
Si así fue, asi pudo ser, si así fuera, así podría ser, pero como no es, no es. Eso es lógica. (Lewis Carroll)
La tradición es la personalidad de los imbéciles. (Maurice Ravel)
Un fracasado es un hombre que ha cometido un error pero que no es capaz de convertirlo en experiencia. (Elbert Hubbard)
Las grandes ideas son aquellas de las que lo único que nos sorprende es que no se nos hayan ocurrido antes. (Noel Clarasó)
Si siempre haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más lejos de donde siempre has llegado.
Nada crece bien a la sombra de un gran árbol. (Constantin Brancusy)
La respuesta es la desgracia de la pregunta. (Maurice Blanchot)
Lee y conducirás, no leas y serás conducido. (Santa Teresa de Avila)
Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección. (Francis Picabia)
No sigas el camino; ve por donde no halla vereda y deja una huella.
El destino mezcla las cartas, y nosotros jugamos. (Arthur Schopenhauer)
La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo. (Gilbert Chesterton)
El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos. (Platón)
El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante se viste. (Honoré de Balzac)
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha. (Michel de Montaigne)
La imaginación exagera; la razón subestima; el sentido común modera.
Al inteligente se le puede convencer; al tonto, persuadir. (Anne Louise Germaine de Stael)
El hombre desordenado pierde siempre un solo guante.
El que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario. (Benjamin Franklin)
Nadie prueba la profundidad del rio con ambos pies.
Establecemos reglas para los demas y excepciones para nosotros. (Charles Le Mesle)
No todo resbalón significa una caída. (George Herbert)
Traten de dejar el mundo en mejores condiciones que las que tenia cuando entraron en el. (Baden Powell)
La superstición es a la religión lo que la astrologia es a la astronomía, la hija loca de una madre cuerda. (Voltaire)
sábado, 3 de mayo de 2008
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