martes, 15 de julio de 2008

Enanos. Tumbas y ritos funerarios

Ritos Funerarios de los Enanos.
Cuando un miembro de una comunidad de enanos muere se le rinde un último tributo. Esta es la forma que los enanos despiden a sus difuntos:
Primero un grupo de familiares limpia el cuerpo y lo perfuma con aceites herbales, lo viste con los mejores lienzos que les permita su nivel socioeconómico. Generalmente la esposa lo teje con vivos colores y figuras alegóricas a la profesión del individuo. Las mujeres preparan estos lienzos funerarios desde antes de la muerte, generalmente al nacer el último hijo, y los guardan celosamente. Irónicamente el individuo nunca los ve, y si lo hace se dice que es mala suerte para la descendencia y la mujer tendrá que tejer otro.
Las demás mujeres de la familia preparan collares con semillas de Pedernal, un pequeño arbusto que crece en las laderas norte de los cerros, tiene pequeñas hojas y sus ramas aguzadas espinas. Su semilla es negra y brillante como metal y esta cubierta por una capa muy dura que asemeja roca. Es muy escasa y generalmente los viajeros usan sus semillas en las fogatas pues arden intensamente por mucho rato.
En los funerales son los menores los que se encargan de recolectar las semillas aunque a veces individuos poco escrupulosos se encargan de agotarlas y venderlas luego. Finalmente el cuerpo es colocado sobre una cubierta de madera plana que sirve para ser llevado por los cuatro hijos mayores en una última procesión.
La procesión se inicia en el pueblo o el interior de la ciudad caminan junto al cuerpo, delante los familiares y detrás los amigos y el resto. Los familiares caminan en silencio orando por el difunto, mientras que los de atrás entonan canciones funerarias, particularmente de alegres melodías.
Los cementerios enanos están casi siempre a los pies de las montañas y son pequeños complejos subterráneos. Los cementerios son construcciones subterráneas especialmente construidas por los enanos. Estructuralmente muy similares a las minas. Están recorridas por un pasillo central y a los lados están pequeñas habitaciones a modo de mausoleos familiares. Afuera están cerrados por firmes rejas de acero. Es muy difícil que ladrones de tumbas saqueen estos cementerios ya que se dice que el dios enano protege a sus muertos y si un ladrón entrara una horrible maldición caería sobre él.
La verdad es que generalmente no se encuentran cosas de valor al interior de las criptas, excepto cuando muere alguien importante. En esos casos las habitaciones o mausoleo familiares están protegidos por rejas o puertas adicionales.
Cuando la procesión llega solo entran los familiares y los encargados del cementerio que sirven de ayuda. El resto espera afuera cantando hasta que regresa la familia. Esto dura una media hora. Los cuerpos son colocados en nichos en las paredes de las cuevas. La temperatura y ausencia de humedad del lugar permite que los cuerpos se momifiquen en forma natural. Finalmente todos salen excepto la viuda que permanece toda la noche orando por el difunto. Al día siguiente se realiza una última reunión en casa de la familia donde los más cercanos otorgan sus pésames.

Las Tumbas Enanas de Thorbardin.
Los orígenes de la construcción de las tumbas enanas se pierden en la noche de los tiempos, pero los enanos modernos comparten la idea de que ellos tenían motivaciones sencillas para tales prácticas, tal y como hacen los humanos y otras razas. Los muertos eran enterrados bajo tierra, preferiblemente a bastante profundidad por debajo de una masa rocosa, para proteger los restos de la acción de rapiñadores y carroñeros. Igual que sucede con casi todo lo que construyen los enanos, las tumbas eran sencillas, pero se fueron haciendo cada vez más y más impresionantes. De simples fosas comunes pasaron gradualmente a ser sepulturas individuales, para luego convertirse en mausoleos de uso individual o de clanes enteros. Mientras las civilizaciones enanas surgían y desaparecían a través de los milenios, su destreza natural con la piedra progresó, creándose zonas más seguras donde vivir e incluso zonas más seguras donde morar después de la muerte. Todas las tumbas enanas de los siglos pretéritos comparten los siguientes detalles comunes, independientemente del estatus del allí enterrado. Algunas de las siguientes características aparecen en una tumba individual si el fallecido había sido un héroe o un artesano de notoriedad, pero solo son frecuentes en tumbas de un clan o de una gran dinastía familiar.
- A la primera entrada de la tumba propiamente dicha le siguen al menos tres salas: una antecámara (con una marca, obvia sólo para los enanos, indicadora de que uno se haya en un lugar de descanso eterno enano), una cámara de clan (con diversas decoraciones resaltando el nombre del clan, sus hazañas y sus motivaciones principales), y una cámara dedicada a los dioses enanos (no sus templos oficiales, sino un pequeño lugar de culto).
- La cámara funeraria propiamente dicha (la que contiene el cuerpo) siempre se encuentra al menos a 50 pies por debajo del primer portal de la tumba.
- Existen una serie de salas o bien en el interior y directamente unidas a la tumba, o bien a unos 300 pies de la entrada. Estas salas pueden ser las salas mortuorias, los aposentos del séquito de sacerdotes (pertenecientes a la tumba de un clan con afán permanente de servicios religiosos para los entierros del clan), o muy posiblemente ambas.
- Cuando los cadáveres enanos son enterrados, siempre les acompaña al menos un objeto relacionado con su vida anterior. Por ejemplo, los mineros pueden ser enterrados junto con sus picos, los guerreros junto con sus armas y armaduras, y los sacerdotes junto con sus símbolos sagrados. Sería lógico encontrar diferencias de estructura y variaciones en los detalles de una era a otra, pero las tumbas enanas más importantes no han cambiado de estructura durante más de 1.400 años. Igualmente, las diferencias de clan no han cambiado la disposición o la estructura de las tumbas tal como podía esperarse, debido a un factor unificador: los clérigos supervisan la construcción de todas y cada una de las tumbas enanas.

El entierro de un clérigo es un proceso más largo y complicado que incorpora aspectos del culto del dios al que servía el clérigo. Por lo tanto, los clérigos tienden a ser enterrados dentro de tumbas bien protegidas, y sus sarcófagos están rodeados (si es que no están cubiertos) de símbolos y ofrendas donados por los amigos y los fieles del clérigo. Los clérigos a menudo son enterrados con los restos del adversario más importante al que derrotaron, lo cual asegura que la otra vida sea magnífica, luchando contra los enemigos de los enanos. Al contrario que en muchas otras tumbas enanas, en el entierro de un clérigo se utilizan profusamente conjuros divinos para proteger los restos y las ofrendas (y, atentos a la indirecta, para evitar que los dioses dispongan de sus servicios después de que su hora haya pasado).
Los aliados, de cualquier raza, de un clan pueden ser enterrados en el interior de una tumba enana, pero sólo si cayeron en batalla defendiendo al clan aliado, la tumba, o un lugar consagrado.
Mientras que los demás son enterrados con un ceremonial y unos atavíos estándares, los magos o hechiceros siempre van envueltos en túnicas tejidas en hilo de plata y siempre están encerrados en sólidos sarcófagos de plata (o en una fuente funeraria revestida de plata); esto es debido a una superstición nacida de un antiguo mito enano, según el cual, el primer rey de los enanos pagó a los dioses su peso en plata para obtener su fiel protección contra la magia que perturba el sueño de los muertos. Aunque se pueda afirmar que esa leyenda es básicamente falsa, la costumbre aún perdura.
Los proscritos de un clan (asumiendo que puedan incluso encontrar un clérigo dispuesto a oficiar su entierro) son enterrados sin ninguna marca del clan en sus barbas, y los identificadores que cubren sus ataúdes o lugares de entierro a menudo muestran un símbolo roto o deformado de su antiguo clan.

Tumbas típicas.
Una tumba enana acostumbra a ajustarse a las pautas siguientes, ya sea una tumba solitaria, en plena naturaleza, perteneciente a un héroe caído o a una familia de mineros que aún extraen riquezas.
Las tumbas y mausoleos enanos nunca están situados o marcados sobre el suelo; tales prácticas son sólo para los elfos y los humanos, y un enano enterrado a menos de 10 pies de profundidad por debajo de la superficie sufre un estado de pesar en la otra vida, e incluso podría resucitar como muerto viviente (esto último me parece un hecho muy improbable, pero es una leyenda fuertemente arraigada).
Una de las razones principales de por qué las tumbas enanas son difíciles de localizar se encuentra en un simple método de camuflaje natural: una vez que el cuerpo es enterrado y que la tumba es completada y sellada, el clérigo que atendió el funeral y al menos dos miembros de las familias del difunto (o dos amigos) cubren la entrada de piedra con tierra y piedras más pequeñas, tomando la precaución de armonizar la obra de tierra con el terreno circundante. Se permite que los líquenes y algunas pequeñas plantas crezcan sobre la entrada, haciendo que la tumba nuevamente forme parte del terreno. La planta básica de una tumba enana fluye en dos direcciones: desde la entrada directamente hacia atrás, y abajo hacia la tumba. Evidentemente se producen muchas alteraciones porque se tiene en cuenta la topografía y geología locales, pero los que entran en una tumba siempre se encontrarán con que penetran cada vez más en el interior de la roca. La primera sala es siempre una antecámara; sus muros casi nunca están decorados, y la sala contiene una o más estatuas de un enano (de la deidad protectora del enano enterrado en su interior, o del mismo fallecido) situadas en el centro o en las esquinas. Más allá de la antecámara está la cámara del clan, a menudo la sala más cargada de decoraciones de la tumba. Sus muros están decorados con muchos grabados, bajorrelieves, mosaicos, estatuas y otros adornos. Como mínimo, los muros contienen pinturas o dibujos de motivos del clan y de acciones heroicas del fallecido. La cámara situada más allá de la sala del clan está siempre dedicada a los dioses, con estatuas y un altar para las ofrendas; los no iniciados y los no enanos pensarán que se trata de un templo, pero los templos se encuentran siempre en cavernas naturales; esta sala simplemente es para las ofrendas al fallecido. Más allá de esa cámara hay una entrada que se adentra aún más en la tierra. Las tumbas más antiguas o las que no disfrutan de mucho espacio se comunican con un pozo, el cual tiene una escalerilla tallada en la roca o una escalera de caracol, que conducen hacia abajo, mientras que las demás tienen un conjunto de escaleras estándar que descienden hacia el nivel de la cripta. Las tumbas elaboradas contienen una sala mortuoria y unas cuantas salas ceremoniales adicionales para honrar al clan o al enano allí enterrado; si ése es el caso, se encuentran a un nivel todavía por encima de la cripta propiamente dicha del principal inquilino. La cripta funeraria final a menudo no está decorada y está vacía a excepción del ataúd o el sarcófago del fallecido, aunque hay excepciones. Si un enano era particularmente rico, podría tener algún tesoro en el interior de su cripta funeraria; las criptas de los artesanos a menudo contienen sus obras más sublimes o sus obras finales (algunos artistas, incluso, ponen especial cuidado en encargar sus criptas funerarias con antelación y en poder grabar o pintar ellos mismos un memorium final en los muros de la cripta).
Las puertas de una tumba enana tan sólo se distinguen de los muros circundantes porque aquéllas presentan una marcada ausencia de grabados rúnicos, mosaicos u otras decoraciones. Sus cerraduras y mecanismos se encuentran bajo la base de una estatua situada en la sala contigua, o bien escondidos debajo de un panel secreto en el suelo. Con frecuencia, las cerraduras escondidas consisten en un conjunto de tres manijas, las cuáles deben girarse en una serie de movimientos para desbloquear y abrir las puertas. Otros activadores de puertas incluyen un conjunto de cinco botones, ojos de cerradura en los que sólo encajan símbolos sagrados específicos que sirven de llaves, o incluso cavidades que deben llenarse de ofrendas de oro o de piedras preciosas para que su peso pueda abrir la puerta. Los identificadores de una tumba tan solo son simples placas colocadas cerca del lugar de entierro o runas grabadas en el sarcófago. Los identificadores identifican al fallecido por su nombre, y facilitan una lista de parientes famosos del fallecido, el nombre del clan y el lugar de la muerte. Los enanos no usan fechas en sus lápidas, y se supone que cualquier enano debería conocer una batalla o saber el lugar donde otro enano murió.
Las puertas secretas de las tumbas enanas a menudo esconden la definitiva cámara funeraria o algunas cámaras de tesoro individuales. Mientras que algunas funcionan de manera similar a las típicas puertas secretas, el hecho es que están fabricadas astutamente y que son más difíciles de encontrar para los no enanos. Además, la más típica en todas las tumbas, consiste en un conjunto de puertas secretas de dos direcciones sobre un pivote. La entrada secreta "fácil de encontrar" (conocida por los enanos como "Puerta de la Muerte") conduce tan sólo a una cámara o vestíbulo repletos de trampas; el resorte de apertura secreto, más "difícil de encontrar" (abre la "Entrada Verdadera"), que hace que la puerta gire en sentido contrario, conduce a un vestíbulo contiguo o a la misma cripta. Casi cualquier puerta, superficie o recipiente del interior de la tumba de un enano podría contener una trampa. Los enanos son únicos en su paranoia y en sus miedos acerca de perturbar el descanso de los muertos, y prefieren preparar sus trampas para que acaben completamente y sin piedad con los intrusos de sus tumbas. Si las trampas no están destinadas a la ejecución inmediata, simplemente atrapan al saqueador dentro de la tumba y le dejan morir de inanición. El secreto de la tumba está a salvo de todas formas.

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