Los demonios representan la maldad más pura en los Reinos Brillantes. Seres despiadados, amantes del caos y la destrucción. Su odio por la vida no tiene parangón entre las demás razas. Viven para saciarse de la sangre de sus víctimas, para reducir su voluntad en interminables sesiones de las más depravadas torturas sólo para revivir a la víctima y así volver a comenzar.
Los demonios son seres humanoides grotescamente deformados. Poseen alas coriáceas que recuerdan a las de los murciélagos, sus rostros recuerdan a abominaciones de animales como osos, puercos o perros, aunque los más poderosos suelen tener un aspecto más humano. Los hay de todas las formas y todos los colores, tan distintos los unos de los otros como iguales en su odio por todo lo vivo y su maldad.
Hábiles magos y poderosos guerreros. Si son tratados hábilmente, pueden representar un aliado extraordinario en la batalla. Pero no te fíes de un demonio puesto que no dudes que estará planeando como acabar contigo y no dudará en hacerlo en el momento en que su fría y calculadora mente decida que es más oportuno.
Los demonios habitan en los tenebrosos Abismos Infernales (llamados también Infierno, Abismo, Inframundo o Reino de la Oscuridad... cada región de los Reinos Brillantes lo llama de un modo diferente), cuyo nexo con el reino de los vivos está sellado y sólo puede quebrarse mediante peligrosas y complejas invocaciones y donde se alimentan de su energía mágica inagotable. Estas criaturas sólo pueden existir en el mundo real gracias a la energía mágica e incluso así resultan vulnerables.
Hay muchos tipos de demonios, desde menores a mayores, pasando por bestias demoníacas y poderosos grandes señores demoníacos. Todos ellos representan una ofensa blasfema para el orden del mundo consistente en energía pura extraída de las mentiras, el miedo, la desesperación y la ira. Representan la esencia de la oscuridad, pues son criaturas nacidas del mal y que han tomado forma debido al capricho de hechiceros dementes que no tienen una conciencia verdadera de lo que hacen. Los demonios pueden resistir todo tipo de daño y soportan heridas terribles que ni siquiera el más valiente guerrero podría resistir ante ellos blandiendo el arma con determinación y valor.
• Demonios Ígneos.
Los demonios que viven en la vasta negrura entre las estrellas son una raza muy diversa. La mayoría tienen poco interés por la humanidad, prefiriendo dedicarse a sus propias y extrañas intrigas: se dice que los dioses paganos vagan por el vacío recordando sus días de poder.
Los satanistas tienen poco poder sobre estos seres: solo es posible invocarlos por medio de la Magia Pura.
• Demonios Estelares.
Este ser aparece como una retorcida cinta de luz y sombra. Emergen formas de su amorfa condición, semejando patrones geométricos o incluso escritura. Quien le contemple durante demasiada tiempo se sentirá inseguro de su lugar en el universo, empezando a sentir el vasto vacía que le rodea.
Hay una raza de demonios estelares más poderosas que, como los cometas, se cruzan con el mundo solo en momentos especificas. Los poderes de estos intelectos inhumanos quedan en el reino de la suposición.
• Demonios Aéreos.
Estos demonios vuelan en invisibles enjambres por el mundo de los espíritus, buscando entradas al mundo material para tentar o atacar a los humanos. Conspiran con los satanistas para destruir a la humanidad.
• Demonios Terrestres.
Los demonios terrestres son el tipo más peligroso, pues han sido expulsados del mundo de los espíritus y moran en el mundo real, en los Reinos Brillantes. Suelen ser confundidos con hadas y hombres lobo, pues acostumbran a cambiar de forma y proyectar ilusiones. Los más débiles poseen cuerpos de animales, creando bestias demoníacas, mientras los más poderosos se hacen pasar por seres humanos y fomentan la corrupción en secreto. Si un demonio terrestre muere, queda verdaderamente muerto, no expulsado.
• Demonios Acuáticos.
Estos demonios moran en los ríos, los lagos y las profundidades del mar. Se divierten ahogando, sobre todo niños, para lo que recurren tanto al engaño como a la fuerza. Los demonios acuáticos del océano son monstruos colosales, capaces de aplastar barcos entre sus anillos o tentáculos.
• Demonios Subterráneos.
Los demonios subterráneos viven en las profundidades de la tierra y en cuevas y cavernas. Atacan a quienes perturban sus dominios (sobre todo mineros y buscadores de tesoros), pero por lo demás solo se les ve si son invocados a la superficie. Son lentos y maliciosos, y tienen aspecto de híbridos de armadura, carne y piedra.
• Demonios Vinculados.
Los demonios vinculados son el escalafón mas bajo entre los poderes infernales. Estos demonios son tan penosos que pueden ser invocados y puestos a trabajar por meros magos humanos. Suelen ser pequeños desagradables, con frecuencia apareciendo como sapos y otras sabandijas exageradamente grandes, y sirven como familiares (mientras viva el mago) o como guardianes de determinados lugares o tesoros.
• Familiares.
Los familiares son pequeños demonios vinculados a un amo especifico. Por lo general son animales de pequeño tamaño (sapos, gatos, comadrejas y cuervos son los más comunes) y sirven como espías y chismosos. Los familiares deben alimentarse una vez a la semana con sangre de su amo, o se debilitan hasta morir.
• Custodios.
Estas bestias están dedicadas a vigilar un lugar y sus tesoros. Solo reconocen a su invocador, e intentan comerse a todos los demás intrusos. Son lentas y obtusas, pero extraordinariamente fuertes y tenaces.
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