"La magia. Sí, ya sé que crees saber qué es y cómo funciona. Te equivocas: eres un bobalicón ignorante, como todos los demás.
Piensas que la magia es una herramienta, como un martillo, algo que puedes coger cuando te hace falta, usarlo un rato y dejarlo otra vez cuando has terminado. Pero no. La magia es un ser vivo a la que tú sólo rindes homenaje verbal. No puedes simplemente aprovecharte de ella cuando necesitas magia, exprimirle el poder y descartarla cuando has acabado. Este tipo de trato se vuelve contra ti. Hay una razon por la que muchos viejos mágicos están obsesionados o locos: la magia les castiga por su falta de respeto.
No, debes estudiarla, aprender como funciona, saber lo que le gusta y comprender por qué hace lo que hace. Una herramienta no tiene sensibilidad, pero la magia sí.
Estoy seguro de que te consideras el más listo, pero no lo eres. No te sientas tan mal, he visto y hablado con hechiceros de todo los Reinos Brillantes que nunca se han preocupado por comprender las fuerzas que manipulaban cada día.
Otros evocadores como tú, y misticos errantes, danzaconjuros nómadas y aquellos que se cuentan entre las fílas de los más antiguos magos. He encontrado alquimistas , hechiceros incluso los raros practicantes del fuego mágico. Todos esos mágicos podrían llegar mucho más lejos si hubieran estudiado los métodos de la magia en vez de sólo su utilidad. Cientos de nuevos conjuros surgen en la mente, igual que muchos objetos mágicos, todos inspirados por un conocimiento más profundo del Arte. Pero estabas demasiado ocupado, ocupado perfeccionando la bola de fuego, recibiendo las gentiles amonestaciones de tus maestros y planeando el día en el que irrumpirás en el mundo con la voluntad de someterlo a tus pies.
Si hubieras aprendido esto hace años, no te encontrarías ahora en ese estado; atrapado por uno de mis sortilegios que te deja absolutamente inmóvil. Y no tendría que matarte por tu Necedad." - Thanatos, el mil veces maldito.
Los Reinos Brillantes es un mundo eminentemente mágico... la magia forma parte de la propia estructura de este lugar tanto como la tierra, el aire, el agua o el fuego. Es una fuerza de la naturaleza, de la misma forma que la gravedad lo es. Lo impregna todo, y a su vez es afectada por todo.
La magia nos rodea, estamos inmersos en ella. Algunos pueden sentirla más que otros. Y de aquéllos que pueden sentirla, se dice que los elfos son los más conectados a ella... porque son realmente parte de ella.
"La Magia no es un poder ocioso, una herramienta que aguarda tus ordenes o tu llamado. Es una criatura viviente, un vigor que impregna el mundo y el aire, y que podemos correctamente llamar como la fuerza vital de los Reinos Brillantes. La Magia demanda respeto. La Magia incentiva a la cooperación. La Magia requiere entendimiento. La Magia necesita de la pasión, porque sólo en las emociones puede realmente ser convertida en Arte. La Mágia no es meramente un peón o una fuerza para manipular a tu voluntad o conveniencia, porque hacerlo así es invitar al desastre. La Magia no es un poder. Simplemente es." - Adayan, mago de los reinos élficos del Norte.
Esta cita sintetiza, con la gracia y la fuerza típica de los elfos de antaño, los sentimientos de los elfos hacia la magia. De todas las razas que tienen acceso a ella, la élfica es la que más sutilmente ha llegado a comprender la naturaleza de la magia. Se dice comunmente entre los elfos que mientras los hechiceros humanos usan el poder de la magia, los elfos son en realidad parte de ese poder.
No todas las razas de los Reinos Brillantes tienen acceso directo a la magia, y aquellos quiénes tienen entre sus integrantes a verdaderos hechiceros son capaces de recurrir a las energías y la fuerza de la magia, creando efectos físicos o mentales según su deseo. Estos efectos se hallan bien investigados, así como los pasos necesarios para producirlos... lo que no se comprende del todo es el mecanismo por el cual la energía de la magia se transforma en esos efectos.
Con horas de estudio y la guía adecuada, un mago modela en su mente los patrones necesarios, memorizándolos, y así almacena en su cuerpo la energía que esos patrones necesitan para ser liberados en forma de un conjuro o encantamiento.
Muy poca gente de los Reinos Brillantes no conoce la existencia de la magia, y si bien para muchos es fuente de temor y superstición, en la mayoría de las ciudades la hechicería no está mal vista. La magia esgrimida por los practicantes conjuradores de sortilegios goza de la misma confianza o desdén que la fe en las mil religiones que pueblan el mundo.
Aún así, los hechiceros pocas veces inspiran confianza... son seres esquivos, muchas veces manipuladores, que juegan con poderes más allá de la comprensión de los mortales. Y a muchos hechiceros no les preocupa esta imagen, y de hecho activamente la cultivan, porque de esta forma mantienen distancia con la "gente común".
La magia no es ningún ente consciente y por eso mismo no juzga el uso que se hace de ella... y ni en las más desesperadas o aberrantes circunstancias tomará medidas contra un usuario de magia. Cada uno es responsable del uso que haga de los poderes mágicos de los que dispone y que le han sido otorgados, sean para favorecer a las fuerzas del bien o a las fuerzas del mal.
La Magia tiene en el mundo mortal muchos seguidores, y algunos de ellos gozan de una relación especial con ella. Por encima de todos ellos destacan los magos, los elegidos del tejido místico de las artes arcanas. Y entre todos ellos los más poderosos entre los hechiceros y magos, los más diestros entre los conjuradores y los más expertos entre los sortílegos son quienes pasan a la posteridad con sus nombres grabados en el imaginario popular de los Reinos Brillantes. ¿Eres acaso uno de ellos? Y si no es así... ¿te atreves a enfrentarte a ellos?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario