viernes, 4 de mayo de 2007

Caballeros (IV). Las Órdenes

Las Ordenes son organizaciones honoríficas cuyos miembros se distinguen por carreras de servicio excepcional. Puesto que las invitaciones para unirse son entregadas sólo unos pocos seleccionados, la mayoría de los paladines y caballeros ven la afiliación como un gran privilegio y un magnífico premio. Para ellos, es un símbolo de prestigio y una señal de reconocimiento de sus semejantes por sus labores de servicio a la comunidad, sus dotes excepcionales y sus actos de grandeza.
Mientras que algunas Ordenes existen meramente como club social, favoreciendo el compañerismo en una atmósfera informal, otras realizan una variedad de actividades cívicas, como subastas de caridad y programas educativos. Abundan las primeras, donde lo importante es formar parte del colectivo por el prestigio que eso otorga, y escasean las segundas, donde el aprovechamiento de la fuerza que otorga el grupo no se dedica a cubrir las necesidades ni a realizar grandes gestas en el nombre del bien y de la luz. Sin importar su función, cada Orden mantiene sus propios requisitos de afiliación, jerarquías, y reglamentos.

• Requisitos.
Generalmente, un paladín o caballero es seleccionado para convertirse en un miembro de una Orden sin importar su religión o tierra natal. Sin embargo, una orden rara vez ofrece el ingreso a paladines de menor rango o reconocimiento. Cuanto mayor es el rango y la fama, mayor la oportunidad de que te ofrezcan la invitación, aunque también es cierto que existen Ordenes de caballeros elitistas, que excluyen de sus filas a caballeros de razas no humanas, o a paladines de origen humilde no aristocrático, o a caballeros con "manchas" en sus historiales que no pueden presumir de un pasado inmaculado. Las hay, y son más de las que parecen.
Un paladín puede pedir a una Orden en particular que lo admita, o un miembro actual puede extender una invitación. En cualquiera de ambos casos, un miembro activo de la Orden debe aceptar representar al candidato. El representante debe ser al menos de un rango mayor que el candidato y debe estar familiarizado con la reputación y las hazañas del candidato. El representante presenta formalmente al candidato ante una reunión de todos los miembros, que pasará el próximo año (como mínimo) reflexionando sobre su petición. Durante este tiempo, los miembros activos pueden observar al candidato en el terreno y entrevistar a sus superiores. A lo largo del año el caballero está en permanente examen, siendo evaluado y valorado en función de sus actos y su respuesta a las pruebas que le van poniendo los miembros de la Orden a la que aspira ingresar.
En la siguiente reunión anual, la agrupación vota sobre el candidato. Si prevalece la mayoría, es invitado a unirse. Siguiendo una ceremonia de iniciación (que puede incluir servicios de oración, banquetes, y concursos) el candidato jura lealtad a la Orden. El candidato promete:

- Mantener las leyes de la Orden y obedecer los dictados de los Altos Oficiales.
- Asistir a todas las reuniones, a menos que sufra un retraso ineludible o sus ausencias sean justificadas de antemano. Excepto por emergencias, las reuniones se convocan no más de una o dos veces al año, normalmente en la fortaleza del Alto Oficial, un edificio prestado por un monarca amistoso, o en campo abierto.
- Procurar ayuda a cualquier miembro que la solicite.
- Mostrar el símbolo de la Orden en su escudo de armas, escudo, o estandarte, como determine la ésta.

• Organización.
Una Orden consiste en un número variable de capítulos. Cada capítulo elige a sus propios directivos (llamados Altos Oficiales), establece sus propias reuniones, y sus propios reglamentos. Los Altos Oficiales de todos los capítulos mantienen una reunión especial una vez cada dos o tres años para intercambiar información y revisar la política. El número y títulos de los Altos Oficiales varía de Orden a Orden, como lo hacen los requisitos para cumplir la función.

• Beneficios.
Un miembro de cualquier Orden puede añadir un título honorífico antes de su nombre. Los títulos típicos incluyen Sir o Lady, Su Excelencia, Don o Doña, el Muy Honorable, y el Muy Venerado. Un Alto Oficial también puede añadir el título de su cargo después de su nombre. Por ejemplo, un Alto Oficial de la Muy Noble Orden del Corazón Brillante puede ser llamado Sir (Señor) Terran del Bosque Verde, Prelado del Corazón Brillante.

• Destitución.
Un paladín o caballero que viola cualquiera de las condiciones de su voto a la Orden es expulsado inmediata y permanentemente. Pierde todos los beneficios de la Orden, debe devolver su emblema, y puede no volver nunca a ser miembro de esa Orden (y, en principio, la mancha cometida le impediría ser miembro de ninguna otra más).
Un paladín puede apelar su destitución a los Altos Oficiales. Si el paladín cometió una violación menor o inadvertida, los Altos Oficiales pueden anular la destitución o suspender su afiliación durante un año o dos; pierde todos los beneficios de la Orden durante ese tiempo. Cuando la suspensión acaba, los Altos Oficiales revisan su actuación, y después someten su aplicación a la sociedad al completo. Con un voto mayoritario, el paladín o caballero vuelve a ser un miembro activo.

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