por Monte Cook.
10. Recuerda, es un juego. Se supone que debe ser divertido, para todos y cada uno de los que se sientan alrededor de la mesa.
9. Sé entretenido. Juega con los personajes no jugadores como si cada uno de ellos fuera una persona verdadera. Utiliza voces, expresiones faciales, gestos, posturas, apoyos, ilustraciones de los libros o de las revistas, diagramas, bocetos, efectos sonoros, música o cualquier cosa posible para dar personalidad y verosimilitud.
8. Si quieres narrar una buena aventura necesitarás una pequeña preparación y algo de planificación. Que no te asuste un poco de trabajo, pues tus jugadores lo merecen y te lo agradecerán.
7. Nunca dejes participar a nadie en tu juego que no desearía pasar la tarde haciendo otra cosa.
6. Sé serio. Presenta a los jugadores un mundo que puedan entender, en el cual pueden creer. No hagas cualquier cosa para recordar a los jugadores que no son realmente personajes en un entorno de la fantasía; es verdaderamente difícil alcanzar la verosimilitud como para tener distracciones.
5. Sé consistente. Conoce las reglas, o por lo menos las reglas que necesitas para jugar. Conoce tu mundo. Si había una ventana rota en la taberna la última vez que te acercaste por allí, debe estar rota cuando regreses (o muestra signos obvios de la reparación reciente).
4. Sé justo, incluso si la aventura no termina de la manera deseabas.
3. Es tu juego. No es el juego de los diseñadores del juego, no es el juego del escritor del módulo, no es el juego del dueño de la tienda. Haz lo que tú (y tus jugadores) desean.
2. Fíjate a qué clase de juego desean jugar tus jugadores y asegúrate de que sea lo que les estás proporcionando.
1. No está mal robar pedazos de varias aventuras preparadas para incorporarlas en tus propias campañas. No está mal tampoco, el utilizar una aventura preparada.
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