lunes, 9 de junio de 2008

Ciudades (VIII). Torneos y Competiciones

Cuando un personaje no ha ganado todavía la fama y la gloria con la que sueña, las competiciones organizadas o torneos son una buena forma de mezclarse con la nobleza local y mostrarse ante ellos. Puede ocurrir que una buena participación, por ejemplo, en el tiro con arco, le permita ganar el derecho a casarse con un príncipe o una princesa del reino. ¡Una vez que todo el mundo conozca los bueno que eres, la fama y la gloria están a sólo unos pasos de distancia!.

• Pruebas.
A veces un señor local o el rey siente la necesidad de probar a sus caballeros si no ha habido guerra en bastante tiempo, o si han ocurrido demasiados incidentes de cobardía o debilidad. Puede que existan pruebas organizadas cada año o así, dependiendo de la escala y naturaleza de la campaña.

• Desafíos.
Ya sea una competición amistosa entre dos señores rivales, o un reto hostil entre dos caballeros en disputa, los desafíos hacen que los torneos cobren gran interés.
Es también una buena manera de atraer a los mejores caballeros del enemigo a una emboscada, o alejarlos de algo que estén protegiendo. Sin embargo, un hecho tan infame no es muy caballeresco y sólo lo realizarán caballeros negros. Afortunadamente para el conspirador, el código de caballería exige que se acepte cualquier desafío. Como el torneo es otra forma de combatir y el combate significa alcanzar la gloria, ningún caballero puede rechazar un desafío. Pero no significa que el caballero no vaya preparado, por ejemplo llevando algunos amigos consigo por si surgen problemas, poniendo sus tierras en alerta,... Naturalmente, eso significa que conoce o sospecha que el desafío es algo más de lo que parece.

• Juegos locales.
Los juegos locales se asemejan a lo que son los carnavales y los circos hoy en día. Bestias exóticas de toda clase y monstruos horrendos son mostrados ante el público expectante. Hay juegos donde poder participar, como el lanzamiento de dagas, la captura del cerdo engrasado con una bolsa con dinero atado a su cuello, y juegos de esta índole. Hay competiciones como la tala más rápida de árboles, la pesca del pez más grande, la elaboración del pastel más rico, carreras de caballos, el emborrachamiento con cerveza, y una gran variedad de acontecimientos deportivos tan apasionantes como el lanzamiento de herraduras.

• Torneos de nobles.
Los torneos de nobles son muy ricos en oportunidades de aventuras, a menos que el torneo sea algo privado, siempre están abiertos también al público en general. Sin embargo, la calidad de las competiciones dejan poco sitio para que los no profesionales ganen alguna cosa. Sin embargo, si consiguen vencer, el valor de los premios es enorme (a menudo permite que un siervo se retire y deje de trabajar, o pueda comprar su entrada a la categoría de hombre libre). A estos torneos asisten principalmente los nobles. La comida es preparada por gourmets, las tiendas son de fino lino, las tropas locales de caballería hacen desfiles y todos los nobles y caballeros intentan destacarse sobre los demás. Sin embargo, la competición real está en el campo, y el motivo por el que todo el mundo viene a verlos.

• Las Justas.
Los escuderos y los caballeros en ciernes se enfrentan en sus propias justas. Estos enfrentamientos son por rondas, con el ganador de cada ronda pasando a la siguiente. Hay que destacar que la competición está abierta por igual tanto a los ricos como a los pobres. Los encargados inspeccionan todas las lanzas antes de empezar y no se permite a ningún concursante enfrentarse sin escudo. Los enfrentamientos están regidos por reglas no letales y se usan lanzas emboladas.
Ganar una competición así otorga un gran prestigio al vencedor y a su señor, y a veces una casa mejor. Un señor diferente puede ofrecerse a “supervisar el entrenamiento de este futuro caballero” por una cantidad substanciosa de dinero si el ganador es un caballero en ciernes. En cualquier caso, la recompensa suele ser suficiente para animar al ganador a participar en otras competiciones en el futuro, donde pueda hacer crecer su fama.
La justa principal es también por rondas, pero sólo pueden participar los caballeros del reino. Además cada caballero elige a una dama para ser su campeón. Si gana con honor, la victoria dará honor a su nombre, a la dama elegida y al patrocinador del torneo. Perturbar el desarrollo de la justa, matando a un enemigo indefenso, hiriendo o matando a una montura, o de otra forma parecida, se considera una pérdida del honor.
Si gana una justa real el caballero recibe el título de Campeón, lo que significa a veces que pronto será nombrado como nuevo Capitán de la Guardia, Chamberlain, o Alguacil del reino. El caballero retiene el título de Campeón hasta el próximo torneo. Observa que el resultado de justas menos importantes no afecta al mantenimiento del Campeón en su título, aunque perder varias veces contra el mismo rival puede elevar las apuestas en contra en el próximo torneo.
Algunas veces, por exhibición, el ganador de un torneo abierto lucha contra el vencedor de la justa real, pero lo normal es que los primeros se retiren sin pérdida de honor, ante su obvio contrincante superior, el Campeón.
Los objetos mágicos de cualquier clase están permitidos en una justa, pero todo aquello considerado deshonroso según unas listas oficiales no estará permitido. Tales objetos, si son descubiertos antes de que empiece la justa, hace que el portador sea multado automáticamente. Ello supone una pérdida del honor personal, ya que es responsabilidad del caballero participar limpiamente y sin artimañas que le den ventajas deshonestas frente a su rival. Algunos torneos van más allá, prohibiendo todo tipo de magia, proporcionando sus propias lanzas y armaduras a los participantes.

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