Recopilamos en esta ocasión los dichos y refranes populares más habituales (y otros que no lo son tanto) para poder utilizar en escritos, narraciones e historias y que complementan, de forma adecuada, las periodicas recopilaciones de citas que ofrecemos en Terra Imagina. Estos refranes son dichos breves, que representan algún aspecto del sentido común o de sabiduría popular y expresan verdades básicas de la vida o algún tipo de concepto práctico sobre el quehacer humano.
Quien mucho abarca, poco aprieta.
En casa de herrero, cuchillo de palo.
A mal tiempo, buena cara.
A pan duro, diente agudo.
Cuando hay hambre, no hay pan duro.
A falta de pan, buenas son tortas.
Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados.
Por la boca muere el pez.
A palabras necias, oídos sordos.
Nadie diga: de esta agua no he de beber
No se debe escupir al cielo.
Más ven cuatro ojos que dos.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
El ojo del amo engorda el ganado.
Quien tiene tienda, que la atienda (y si no que la venda)
Perro que ladra, no muerde.
A cada cerdo le llega su San Martín.
A quien madruga, Dios lo ayuda.
Al perro flaco no le faltan pulgas.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
A su tiempo maduran las brevas.
Genio y figura hasta la sepultura.
En todas partes se cuecen habas.
Quien siembra vientos, recoge tempestades.
A caballo regalado no se le miran los dientes.
Matar dos pájaros de un tiro.
Más vale pájaro en mano, que cien volando.
Donde menos se piensa, salta la liebre.
Mucho ruido y pocas nueces.
Haz bien sin mirar a quien.
Hombre prevenido vale por dos.
Más vale maña que fuerza.
Más vale poco que nada.
La caridad bien entendida empieza por casa.
Quien mal anda, mal acaba.
En boca cerrada no entran moscas
Sarna con gusto no pica.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
No por mucho madrugar, se amanece más temprano.
Contigo, pan y cebolla.
Aquí hay gato encerrado.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Dios castiga sin palo y sin rebenque.
El que las hace, las paga.
Ser el último orejón del tarro.
A lo hecho, pecho.
No hay mal que por bien no venga.
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
El que guarda siempre tiene.
Donde comen dos, comen tres.
De tal palo tal astilla.
A buen entendedor pocas palabras.
La esperanza es lo último que se pierde.
Al caramelo y a los asuntos, darles su punto.
De buena harina, buena masa.
Planta, siembra y cría, vivirás con alegría.
Beber y buen comer, buen pasatiempo es.
Aunque los papeles digan una cosa, los hechos dicen lo contrario.
El hábito no hace al monje.
Quien una vez fue ladrón, reincide si halla ocasión.
De carbonero mudarás, pero de ladrón no saldrás
Gustos y colores, los que cada uno prefiera son los mejores.
Ni primavera sin golondrina, ni alacena sin harina.
Olla con gallina, la mejor medicina.
Fruta nueva... ¿quién no la prueba?
No hay mejor reloj ni campana, que comer cuando da la gana.
Con azúcar o miel, todo sale bien.
Lentejas, si las quieres las tomas y si no, las dejas.
Comida gustosa: un poquito de cada cosa.
Si la mar fuera vino, todo el mundo sería marinero.
Aceite y romero frito, bálsamo bendito.
Panza llena, quita pena.
Fiesta sin comida, no es fiesta cumplida.
En verano, no hay cocinero malo.
La ensalada: salada, vinagre poco y bien aceitada.
A nadie le amarga un dulce.
De escarola y agua bendita, cada uno toma lo que necesita.
El camino de la boca, nadie lo equivoca.
No habiendo lomo, de todo como.
Calabaza, calabaza, cada uno para su casa.
Ajo, sal y pimiento, y lo demás es cuento.
Haz buena harina y no toques bocina.
Cuarenta sabores tiene el puerco y todos buenos.
A quien cuece y amasa, de todo le pasa.
Sin harina no se camina.
Huevos solos, mil manjares y para todos.
Las patatas cocidas, alargan la vida.
Ave que vuela, a la cazuela.
Angelitos al cielo, y a la panza los buñuelos.
Abre la boca que te va la sopa.
Pescado de buen comer, del mar ha de ser.
Si tienes alubias, garbanzos o lentejas... ¿de qué te quejas?
Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero.
Carne blanda y vino puro, alimento seguro.
No hay mal que por bien no venga.
Lo que es moda no incomoda.
A la ocasión la pintan calva.
Palos por que bogas, palos por que no bogas.
Puedes darle un consejo a alguien, pero no puedes obigarlo que lo siga.
Al vivo la hogaza, al muerto la mortaja.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Obra de común, obra de ningún.
Entre bueyes no hay cornadas.
Se pilla al mentiroso, antes que al cojo.
Hierba mala nunca muere.
Quien compra ha de tener cien ojos; a quien vende le basta uno solo.
Muerto el perro, se acabó la rabia.
Donde no hay harina, todo es mohina.
Paga lo que debes, sanarás del mal que tienes.
Nunca llueve a gusto de todos.
Hombre prevenido vale por dos.
Para amigos: todos. Para enemigos: uno solo.
El saber no ocupa lugar.
Quien roba una vez, roba diez.
Amar es tiempo perdido, si no es correspondido.
No hay mal que dure cien años. (Ni cuerpo que lo resista).
De noche todos los gatos son pardos.
A quien no le sobre pan, no crie can.
Consejo no pedido, consejo mal oído.
El mal entra a brazadas y sale a pulgaradas.
El casado casa quiere.
No sólo de pan vive el hombre.
Amor no respeta ley, ni obedece a rey.
Amor con amor se paga, y lo demás con dinero.
Espaldas vueltas, memorias muertas.
El que no mira, suspira.
Cuando de vista te pierdo, si te he visto no me acuerdo.
Cuentas claras conservan la amistad.
Lo pasado, pisado.
A lo hecho, pecho.
Perdiendo aprendí; más vale lo que aprendí que lo que perdí.
Más vale solo que mal acompañado.
Lo que se pierde en una casa, se gana en otra.
Quien quiera saber, que compre un viejo.
Persevera y triunfarás.
Más discurre un hambriento que cien letrados.
Procura lo mejor, espera lo peor y toma lo que viniere.
El que espera, desespera.
Tenga yo salud, y dinero quien lo quisiere.
El que quiere celeste, que le cueste.
El que nace para mulo, del cielo le cae el arnés.
Comer hasta sanar y ayunar hasta sanar.
Quien a uno castiga, a ciento hostiga.
Santa Rita, Santa Rita, lo que se da no se quita.
Quien quita lo que da, al infierno va.
Hazte la fama y échate a la cama.
Vida sin amigos, muerte sin testigos.
El comedido sale jodido.
Las cosas no se arreglan con palabras elocuentes.
Cada uno habla de la feria, según le va en ella.
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