lunes, 15 de febrero de 2010

El arte de escribir. La estructura básica

Una novela, una historia, una narración o un guión de cine funcionan con protocolos y conceptos similares. En todos ellos observaremos que hay en unas constantes que se repiten, de entre las que cabe destacar aquéllas que afectan a la estructura del relato. Principalmente la clásica división del relato en tres partes: planteamiento, nudo o desarrollo y desenlace. Todos los relatos la respetan de uno u otro modo.
Alguna parte puede estar implícita, e incluso en ocasiones se puede empezar por el final y reconstruir la historia a la inversa, con flashbacks o flashforwards, pero al concluir, las tres partes siempre serán comprensibles por el espectador en su orden lógico, lo que le permitirá entender la historia como una narración lineal.

- Planteamiento.
El planteamiento presenta al personaje o personajes principales en un contexto mediante situaciones concretas; estas situaciones, o un suceso (detonante) ponen en marcha el relato; se trata de algo que afecta al personaje: tiene una misión que cumplir o tiene un problema, deseo o necesidad que le obliga a actuar.
Puede ocurrir que el detonante marque claramente la línea de acción del relato, es decir, que el espectador sepa ya de qué va a ir la película y qué es lo que busca el personaje, pero suele suceder que de improviso surja u ocurra algo que dé un giro a los acontecimentos o los acentúe (punto de inflexión, nudo de la trama o punto de giro) y que meta al protagonista en un lío inesperado que será el que marque la auténtica línea de acción de la historia (trama o línea de acción principal).

- Desarrollo o nudo.
El suceso o circunstancia que ha servido de punto de inflexión nos introduce en el segundo acto, en el que el personaje intenta conseguir su objetivo por todos los medios, y se encuentra siempre envuelto en un conflicto, con algo o alguien, que se interpone en su camino.
En su lucha se encuentra con un suceso o prueba (segundo punto de inflexión) que acelera los
acontecimientos y nos mete de lleno en el tercer acto.
Este suceso (punto de inflexión) tuerce el camino del personaje o agrava la situación ya existente y le sumerge en situaciones complicadas (crisis) hasta un punto de máxima tensión (clímax) que nos hace dudar de la consecución de su meta.

- Desenlace.
El clímax o momento de máxima tensión ha de llevar rápidamente a la resolución de la historia en la que, de una manera u otra, concluye la trama.

Esta estructura que apuntamos se da en la mayor parte de relatos. Las historias tienen planteamiento, desarrollo y desenlace, pero no sólo las historias, sino todas y cada una de sus secuencias, y es precisamente este hecho el que define una parte del relato como secuencia, donde se entiende como secuencia a la escena o conjunto de escenas que completan una estructura dramática.

3 comentarios:

Edrielle dijo...

Hola, de nuevo, Noren.
Este comentario es para decirte que este fue el texto que citamos en nuestro foro, no en el que escribimos anteriormente.
Te presentamos excusas.

Noren dijo...

Edrielle,

Sin ningún problema. Estoy encantado con que estos textos puedan ser útiles para vosotros. Son libres y sin restricción. Disfrutad de ellos con total libertad y no dudeis en disponer de cualquier otro texto que considereis necesario, sin pedir permiso. Ya lo teneis.

Edrielle dijo...

Muchísimas gracias. Tu colaboración es muy valiosa para nuestro foro.
Recibe un cordial saludo y si necesitas algo de nuestra comunidad. no dudes en pedirlo.
Seguimos en contacto.
:)