Una de las cosas más difíciles y a la vez más útiles es autocorregir mientras se escribe ficción.
Los escritores pueden y deben corregir sus errores antes de entregar el manuscrito a un tercero. De esta manera se aseguran de que la página ofrece aquello que realmente se quiere transmitir y no causarán una primera mala impresión. Además, es conveniente tener en cuenta dos cosas: una, esto es labor de edición (no debe realizarse mientras se está en plena escritura pues la corrección está reñida con la creación) y dos, si se descubre que estas sugerencias destruyen la propia voz, se deben adaptar para que funcionen.
Estas correcciones, gramaticales y artísticas, dependen de cada escritor: algunos lo asumen como una rutina diaria y otros prefieren concluir un capítulo entero antes de volver atrás y depurar lo escrito. Sea como sea, sería conveniente tener en cuenta los siguientes puntos:
1. ¿Estoy usando el punto de vista adecuado?
Lo mejor es, si empiezas una escena usando un punto de vista, que finalices la escena con el mismo punto de vista. El punto de vista debe pertenecer o bien al personaje principal o bien al personaje que tiene la visión más interesante de lo que está sucediendo.
2. ¿Finaliza el capítulo animando al lector a continuar leyendo?
Usa el final de cada capítulo para lanzar al lector hacia adelante. Son los enganches.
3. ¿La coreografía de la escena está suficientemente clara como para que el lector entienda como se mueven los personajes en ella?
Si manejas muchos personajes y durante la acción se mueven, te puede ser útil dibujar un diagrama para ilustrar sus movimientos y no hacer que se pisen unos a otros.
4. ¿Los personajes piensan demasiado? ¿Actúan demasiado poco?
Decir lo que piensa un personaje y cómo reacciona es más fácil que describir la acción. Sin embargo es muchísimo más efectivo situar a los personajes en la acción y demostrar sus sentimientos e ideología en relación con el escenario y los otros personajes. Puedes hacerlo a través de la acción y el diálogo.
5. ¿Quedan claros los motivos y las emociones?
Deja siempre muy claro al lector los porqués de tu personaje. Porqué actúa tal y como lo hace y porqué siente lo que siente
6. ¿Es realista el diálogo? ¿Tienen voz propia los personajes?
Ya que el diálogo te ayuda a avanzar la acción es muy fácil embarcarse en un diálogo pregunta-respuesta-pregunta-respuesta. No importa que des mucha información en un diálogo, lo que digas tiene que sonar creíble y natural. Ha de sonar como si dos personas estuvieran conversando. El diálogo jamás debe parecer un interrogatorio... a no ser que realmente lo sea. Ya sabes: con lámparas, esposas y toallas mojadas.
7. ¿Das demasiados atributos al diálogo?
“El dijo” y “Ella contestó” deben usarse sólo para clarificar quien habla. Si gritan o suspiran debe demostrarse a partir de la acción y por lo que dicen. Evita cosas como “Ella replicó enfadada”.
8. ¿Avanza la historia?
¿Has contado lo que debe saberse del personaje en el tiempo necesario o has ofrecido demasiada paja? Recuerda esta máxima: Quita todo lo que sobre.
Y, finalmente, pule la gramática:
1. Confecciona una lista con las palabras que tiendes a escribir con más frecuencia e intenta eliminarlas de tu trabajo sin que pierda significado.
2. Busca los adverbios terminados en –mente. Mientras escribes quieres poner las palabras en la hoja o la pantalla cuanto antes, pero al corregir evita todo lo que retarde la acción. Estos adverbios lo hacen. Intenta cambiar los adverbios que acompañan a un verbo genérico por un verbo de acción más fuerte. Por ejemplo “caminó lentamente” por “deambuló”. No seas Lovecraft... Ya murió.
3. Busca frases con pronombres confusos y arréglalas.
4. Elige un estilo y adhiérete a él. Si a un editor no le gusta algo de tu estilo ya sugerirá cambios. No te preocupes.
miércoles, 16 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Exelentes tips de escritura, muchas gracias, la verdad me sirven mucho.
Buen Blog.
Publicar un comentario